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SALUD

Relatos de sexo “por atrás” que te dejarán sin habla

¿Tienes dudas sobre practicar sexo anal?, ¿no te atreves a preguntarle a nadie sobre su experiencia? Aquí te compartimos tres relatos reales sobre esta práctica erótica. 

“Una puerta al placer”

La primera vez que mi novio me propuso tener sexo anal contesté con un rotundo no, ¿por qué hacerlo por ahí si por la vagina la pasamos bien? En fin, después de tocar el tema varias veces y platicar del asunto, le dije que sí. Nos preparamos, sobre todo me enfoqué en tener lubricante a la mano. ¡Y pues le dimos! Al principio no fue fácil, tardó varios minutos en poner siquiera introducir la punta del pene, pero una vez que lo logramos, ¡Dios mío!, jamás pensé que pudiera gustarme tanto, incluso, he llegado a tener orgasmos intensos mientras me penetra por atrás. 

“Me había perdido de mucho”

Nunca me negué a la idea, sin embrago, sí subestimaba el placer que podría generarme, sentí que la idea de tener sexo anal era únicamente para satisfacer a mi novio. Pero estaba equivocada. Debo confesar que las primeras dos veces no entendí el punto, como que no me soltaba, pero a partir de la tercera, sin duda, se volvió uno de mis básicos para el sexo, ya no puedo dejar de hacerlo. Realmente sí me estaba perdiendo de mucho, no hay otra manera de experimentar ese tipo de placer. Recomiendo. 

“Es más delicioso de lo que cualquier podría pensar”

Siempre que lo hablábamos entre amigas las opiniones se dividían, estaban las que lo odiaba, las que lo disfrutaban y las que nunca lo habían probado, entre estas últimas yo. Así que un día, después de haber bebido unas copitas, me animé. Prometo que desde sentir los dedos, los besos en la zona hasta la penetración, la experiencia es muy excitante, por alguna razón siento otro nivel de erotismo, no sé, quisiera explicarlo mejor, pero creo que es de esas experiencias en la vida que no importa cuánto te cuenten o cuánto lees, debes vivirlo por ti misma para entenderlo. ¡Es delicioso!

Aviéntate a experimentar esta práctica sexual, quizá te gusta y te vuelves fan, quizá no, pero al menos ya nadie te va a contar.