El 2020 ha sido un año complicado, muy diferente al resto que millones de personas habían vivido alguna vez. En estos últimos 12 meses también han sucedido eventos que, por desgracia, no son ajenos a la normalidad y que cada año se sufren: los desastres naturales.
Negar que el 2020 fue un año acaparado por el COVID-19 es imposible. El nuevo virus nacido en Wuhan, China, a finales del 2019 alcanzó la categoría de pandemia en cuestión de meses y, para principios del año que está concluyendo, paralizó al mundo entero, aunque no a la naturaleza, misma que mostró todo su poder en diferentes ocasiones.
Así, con una enfermedad mundial de por medio, millones de personas alrededor del mundo tuvieron que sufrir además los estragos provocados por inundaciones, incendios, terremotos y hasta plagas; por lo que a continuación hacemos un recuento de esos sucesos que cimbraron a diferentes países, obligándolos a recuperarse de un 2020 ya complicado.
Incendios en California, Estados Unidos (Foto: Getty)
Incendios
Australia
El poder de las llamas puede ser letal, de eso nadie debería tener duda, pero aún así sigue sorprendiendo el poder de devastación que tienen, arrasando con todo lo que encuentran a su paso. Uno de los países que padeció de manera importante los estragos fue Australia.
Los incendios forestales en Australia no fueron un tema menor, pues incluso comenzaron antes de que el 2019 finalizara, pero no fue hasta el segundo mes del 2020 que pudieron ser controlados en su totalidad.
Sí, después de casi seis meses bajo el fuego, en febrero, autoridades locales aseguraron que los incendios fueron controlados, no sin antes dejar datos estremecedores a su paso, como la reducción a cenizas de casi 12 millones de hectáreas y la muerte de al menos 33 personas y mil millones de animales nativos aproximadamente.
Las consecuencias de los incendios forestales en Torrington, Australia (Foto: Getty)
Estados Unidos
Australia no fue el único país que sufrió una temporada de incendios forestales con características devastadoras, mismas que hasta finales del mes de noviembre no había podido ser controlada.
Una de las regiones más afectadas por los incendios fue el estado de California, que a inicios del mes de octubre confirmó que estaba sufriendo el desastre más grande de estas características en toda su historia, pues -en ese momento- superó las 400 mil hectáreas arrasadas por el fuego.
Debido a los incendios forestales, se registró la muerte de 31 personas, además de la destrucción de estructuras y la evacuación de cientos de miles de ciudadanos, quienes -en muchos casos- perdieron su patrimonio.
Brasil – Amazonas
En 2019 el Amazonas, el pulmón verde más grande del mundo, registró los peores incendios de su historia e incluso las imágenes le dieron la vuelta al mundo.
Para este 2020 la situación no fue tan distinta y si bien en términos generales el problema disminuyó, también se registraron meses con incrementos en comparación con el último año, como julio (aumentó el 28%) y octubre (incrementó 110%), lo cual se catalogó como una señal “terrible” por parte de científicos como Ane Alencar, científica del Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas.
El Amazonas siguió sufriendo las consecuencias en 2020 (Foto: Getty)
Huracanes, tormentas e inundaciones
Pasando la mitad del año, las depresiones tropicales, fuertes tormentas y huracanes se vuelven unos de los máximos miedos en las zonas tropicales de América del Norte, Centroamérica y parte de Sudamérica y este 2020 no fue la excepción, siendo países como México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador o Colombia algunos de los más afectados debido al impacto de fenómenos naturales.
El 2020 se convirtió en el año con más tormentas en la historia (Foto: Getty)
Huracán Hanna
Apenas era el mes de julio cuando apareció Hanna para inaugurar la temporada de huracanes, causando estragos en Texas, Estados Unidos, y varios estados de México, como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, mismos que sufrieron las consecuencias como inundaciones, además de la muerte de tres personas y cuatro más que desaparecieron, así lo reportó David León Romero, coordinador de Protección Civil.
Huracán Delta
Uno de los huracanes que despertó un gran temor en México fue Delta, mismo que en cuestión de horas alcanzó la categoría 4 y fue considerado como “extremadamente peligroso”.
Los fuertes vientos y lluvias que amenazaban la Península de Yucatán provocaron el desalojo de miles de habitantes y turistas que fueron enviados a refugios mientras pasaba el peligro.
Finalmente, Delta impactó suelo mexicano como un huracán categoría 2 cuando ingresó por Puerto Morelos, Quintana Roo, pero sus consecuencias se sintieron en más estados, como Yucatán, Campeche y Tabasco, estado que hasta finales del mes de noviembre seguía padeciendo inundaciones debido a la llegada de otros fenómenos como frentes fríos.
El huracán Delta llegó a ser categoría 4 (Foto: Cuartoscuro)
Huracán Eta
Noviembre comenzó de manera preocupante en Centroamérica y sur de México con la aparición del huracán Eta, el cual tuvo una trayectoria extraña, pues golpeó Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, para después desviarse hacia Cuba y terminar en Florida, Estados Unidos.
Eta impactó Nicaragua como huracán categoría 4 con rachas de viento superiores a los 240 kilómetros por hora, pero sus peores consecuencias se reflejaron en vidas humanas, principalmente en Guatemala, donde fallecieron al menos 150 habitantes, y Chiapas.
Huracán Iota
Uno de los últimos huracanes que puso en vilo a todo Centroamérica fue Iota, el cual alcanzó la categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson y no fue para menos. Sus consecuencias en países como Honduras y Nicaragua (donde tocó tierra ya en categoría 4) se tradujeron en destrucción.
Iota, al igual que Delta, fue considerado como “extremadamente peligroso” y su poder se sintió en varias viviendas de Nicaragua, mismas que tuvieron que ser derribadas tras el golpe que dio Eta apenas pocos días antes.
Además de su poder destructivo, Iota también alcanzó el reconocimiento de histórico al ser la trigésima tormenta con nombre de la temporada, lo cual nunca había sucedido en la historia (el máximo habían sido 28 tormentas) y la ONU reconoció al cambio climático como uno de las factores que influyeron para que esto sucediera.
El huracán Iota causó severas inundaciones y destrucción en Centroamérica (Foto: Getty)
La llegada del mes de noviembre, al menos hasta hace unos años, significaba que la época de huracanes estaba concluyendo, pero este 2020 -durante ese mes- se registraron dos poderosos ciclones (Eta y Iota), lo cual se debe considerar para hacer una proyección a futuro sobre lo que puede seguir ocurriendo si no hay mejoras en este tema.
Terremotos
Alaska
Ubicado en una zona sísmica de alta frecuencia, el estado de Alaska tuvo que soportar dos terremotos durante el 2020, específicamente en los meses de julio y octubre, mismos que también provocaron alertas de tsunamis en la región.
El primer sismo que cimbró Alaska se vivió el 21 de julio y la magnitud fue de 7.8 en escala de Richter; mientras que el segundo se dio el 19 de octubre en una escala un poco menor: 7.4 grados.
En ambos sismos, las alertas de tsunamis se hicieron sonar, pero fueron canceladas debido a que no se registraron olas peligrosas que pusieran en peligro a la población. Por fortuna en ambos casos no hubo víctimas que lamentar.
Turquía
A diferencia de lo sucedido en Alaska, un terremoto de 7 grados en escala de Richter sí cobró vidas en Turquía debido al poder del movimiento sísmico.
El terremoto en el país turco, que también se sintió en Grecia, provocó la caída de edificios, principalmente en la ciudad de Esmirna, y el fallecimiento de al menos 114 personas de acuerdo a reportes dados a conocer días después del desastre natural.
Sin embargo, las consecuencias no terminaron ahí, ya que el sismo también generó un pequeño tsunami, mismo que causó la muerte de una persona en la localidad de Sigacik, justamente en Esmirna.
Las muertes en Turquía por este terremoto ascendieron a más de un centenar (Foto: Getty)
Plagas
México
El escuchar sobre el ataque de plagas de langostas no es muy común y cuando se presentan sus daños pueden ser cuantiosos, así lo comprobó Yucatán este 2020, cuando miles de estos animales afectaron una extensión de 40 hectáreas entre pastos, árboles y 16 ranchos ganaderos.
La plaga de langosta, de acuerdo a especialistas, es cíclica y cada cuatro años se registran grandes volúmenes de este insecto, mismo que sorprende por sus grandes masas y rapidez en la reproducción, pues cada pareja de langostas puede tener dos mil larvas en cuatro meses y afectar a un total de 400 especies de flora.
Argentina
En el país sudamericano también tuvieron que luchar contra una plaga de langostas que llegó proveniente de Paraguay y, de acuerdo a estimaciones de expertos, es capaz de comer lo equivalente a 350 mil personas.
“Una plaga de un kilómetro cuadrado puede comer lo mismo que 35 mil personas o unas 2000 vacas por día, afectando principalmente pastizales”, señaló Héctor Medina, coordinador del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina.
Así está la situación de la #langosta en la provincia de #Formosa en el límite con el #Chaco.
Mangas que vienen desde Paraguay están ingresando. Es momento de monitorear y avisar al @SenasaAR ! pic.twitter.com/E3qfHX5K1f
— CRA (@CRAprensa) June 12, 2020
Erupciones volcánicas
El 2020 no podía estar exento de poder ver la impresionante fuerza de una erupción volcánica y a finales del año el volcán Kilauea, uno de los más activos del mundo, dejó escenas impactantes en la isla de Hawai, Estados Unidos.
Si bien esta erupción fue precedida de una actividad sísmica de magnitud 4.4 en escala de Richter, esta no provocó mayores daños. Además, se pidió a la población mantenerse en interiores, para evitar que la caída de ceniza no afectara su salud.
https://twitter.com/USGSVolcanoes/status/1340989228470030337
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El 2020 fue un año complicado en cuestión de salud, pero es necesario no olvidar las afectaciones causadas por la naturaleza, pues si bien en ocasiones es inevitable padecer su furia, las consecuencias podrían ser menores sabiendo prevenir y teniendo los cuidados necesarios con el planeta.
No es casualidad que año con año los desastres naturales resulten ser más fuertes o en épocas que antes ya no se presenciaban. De seguir en el mismo rumbo, la naturaleza seguirá reclamando su lugar.
