El martes después del accidente del avión de Aeroméxico en Durango, el Centro de Monitoreo C5 recibió 25 llamadas al 9-1-1, la más importante la realizó un sobreviviente minutos después del impacto.
José Eduardo Salas es el despachador del C5 de Durango que atendió la llamada de auxilio tras el desplome del avión y de inmediato notó que el sobreviviente que llamaba estaba en shock.
Si la persona no responde, nosotros le hablamos, más que nada porque si la persona está en crisis, sabemos que probablemente tarde un poco en entrar, entonces le hablamos para conectar la situación: ‘buenas tardes ¿en qué le podemos ayudar? Centro Regulador de Urgencias Médicas ¿tiene alguna emergencia? Dígame ¿cuál es su emergencia? Ahí fue cuando la persona me contestó”, relató José.
“Se escuchaba mucha gente alrededor de él, se escuchaban gritos, la tormenta, se escuchaba una niña o un niño de brazos, de escucharlo a él y escuchar los gritos de todas las personas y él bebe en brazos, si me tenía que enfocar muy bien para que todas esas personas pudieran tener la atención”, afirmó el joven.
José Eduardo le preguntó a la persona que llamaba si conocía el número de heridos por el accidente. La cifra de 80 lesionados lo sacudió.
Se sentía una taquicardia en el corazón, si te mueve los sentimientos, somos humanos, por dentro sí se resentí que eran 80 personas lesionadas, que la persona que me estaba hablando traía una niña o un niño en brazos y escuchar todos los gritos si es algo muy, muy fuerte”, reconoció el despachador del C5.
“Entra el código rojo, el código rojo es como una alarma muy muy fuerte, alarma se escucha en todo el C5, eso indica a las corporaciones que hay una emergencia bastante grande”, dijo José Eduardo.
José Eduardo tiene 22 años de edad, además de despachar en el C5 es paramédico de la Cruz Roja. Asegura que la llamada que atendió fue la que confirmó que se trataba de un accidente código rojo, por eso los equipos de rescate llegaron oportunamente.
Fue crucial, fue muy crucial, gracias a esa llamada, él pudo ayudar a esas personas y que estén agradecidas por los datos que pudo brindar para que todas las corporaciones hicieran su trabajo”, destacó.
El paramédico admite que le gustaría conocer al sobreviviente que atendió porque su llamada salvó muchas vidas.
“Gracias a él tuvimos datos precisos de cómo estaba la magnitud del incidente”, reiteró José Eduardo.
Diez personas permanecen hospitalizadas tras el desplome del avión de Aeroméxico, el martes pasado en Durango. Se prevé que varias sean dadas de alta durante las próximas horas.
Con información de Marco Antonio Coronel
LHE
