Banxico (Banco de México) redujo su pronóstico para el rango de crecimiento económico de México para el 2018 en el Informe Trimestral de abril – julio de 2018. El rango de crecimiento de la economía local para este año sería de 2.0 a 2.6 por ciento, desde 2.0 a 3.0 por ciento de la previsión anterior, debido a una pérdida en el dinamismo en la inversión y a un cierto debilitamiento de las exportaciones manufactureras.
Entre los riesgos a la baja que advierte el banco central en su informe destacan la afectación al comercio por la prevalencia de medidas proteccionistas a nivel global, la volatilidad en los mercados debido a sorpresas inflacionarias en Estados Unidos y la incertidumbre para la inversión o el gasto del consumidor en México.
Además, Banxico enlista una serie de riesgos que, de materializarse, podrían incidir negativamente en el crecimiento económico y el desarrollo a mediano y largo plazo. Entre ellos destacan el prolongamiento de la atonía en la inversión, la prevalencia de medidas proteccionistas y los problemas de inseguridad, corrupción, impunidad y falta de estado de derecho.
No obstante, consideró como riesgos al alza del crecimiento económico los anuncios sobre la conciliación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un aumento en la producción industrial de Estados Unidos y un gasto público mayor al anticipado.
“Tenemos mucho optimismo en que este acuerdo y este entendimiento para modernizar la relación comercial pudiera extenderse y concretarse en las siguientes semanas o meses, y sería un elemento de incertidumbre que disminuiría y podría contribuir a que se reactivara en particular la inversión y el crecimiento”, dijo el presidente de Banxico, Alejandro Díaz de León, al presentar el informe trimestral del Banxico de abril a junio de 2018.
El Banco de México también redujo su proyección del rango de expansión económica para el 2019, que bajo de 2.2 a 3.2 por ciento, a 1.8 a 2.8 por ciento, según el informe trimestral de abril a junio.
Respecto a la inflación, el banco dijo que estima un retraso a la convergencia con la meta del 3.0 por ciento para el primer semestre de 2020, y reiteró que la inflación interanual de México se ubicó en 4.81 por ciento en la primera quincena de agosto.
Como riesgos al alza para la inflación, Banxico consideró las presiones del dólar sobre el peso mexicano, el incremento en los precios de energéticos o productos agropecuarios, un escalamiento de medidas proteccionistas a nivel global, un gasto público mayor que reduzca la velocidad de la reducción de la inflación subyacente y una incongruencia entre negociaciones salariales y ganancias de productividad.
En tanto, el único riesgo a la baja sería una posible apreciación de la moneda nacional en caso de que el resultado de los anuncios recientes sobre el entendimiento en cuanto a un tratado de libre comercio.
Con información de Reuters
asa.
