Inicio  /  Historias
SALUD

3 relatos de sexo que ELLOS nunca olvidarán

Hoy en día es muy fácil encontrar relatos de sexo e historias calientes en Internet, pues muchas personas buscan compartir sus placenteras experiencias en la intimidad con el fin de sentirse aun más extasiadas al redactar intensos momentos bajo las sábanas. En ocasiones los escriben junto a sus parejas, lo que hace más sustancial su escrito.

Por ello, hoy te recopilamos algunos de los relatos de sexo e historias calientes que han subido la temperatura en varios sitios y blogs de Internet. Puedes leerlo solo o acompañado, incluso, replicar alguna de estas aventuras que triunfaron en su momento.

Relatos de sexo, historias calientes

Era la cena de Navidad y tenía mucho tiempo sin verla; era la mejor amiga de mi prima. Fue una noche especial, por eso decidió acompañar a la familia en esta ocasión. La última vez que nos vimos quedó claro que había una atracción entre nosotros pero ahí quedó. Esta vez fue diferente, decidí entablar plática casi desde que llegó. Llegó el momento de la plática intensa en familia y le sugerí que fueramos al jardín a ver las luces y ahí, bajo el cielo negro y la neblina comenzaron los besos, las caricias, metí mi mano bajo su vestido y logré esquivar sus medias. Ella solo me besaba, no necesitó hacer nada más que alcanzar su orgasmo y pedirme una segunda “cita”. Desde ahí, los encuentros no han parado.

-Cesar, 35 años.

Éramos dos completos extraños en un bar. Fueron más de diez veces las que nuestras miradas se cruzaron y lo sé porque las conté. En cuanto vi que se acercó a la barra fue tras de ella; no podía dejar que pagara su bebida. Le invité una cerveza y la plática comenzó. La señal llegó cuando colocó su mano en mi ingle y después susurró en mi oído: “¿Nos vamos?”. Fuimos a su casa y tuvimos el sexo más enloquecido e irreal. Sus dos “finales felices” fueron la prueba de ello.

-Esteban, 38 años.

Mis amigos de universidad y yo decidimos hacer una fiesta de reencuentro, la que claramente tenía varios objetivos, uno de ellos era volver a ver a aquella mujer que me robaba el sueño en mi juventud. Llegó el día y estaba seguro de que vendría. El evento fue en mi casa así que tenía el doble de oportunidad para hacerla sentir cómoda, excitada y subirla a mi recámara en cualquier momento. Así sucedió. Al llegar la recibí con un whisky y a partir de ahí no dejamos de platicar. Quién iba a decir que ella también tenía recuerdos de mí. La plática se calentó enseguida y bastó con que la tomara de la mano y la guiara directo a mi cuarto (lugar del placer). Todo comenzó lento, incluso, un tanto romántico. Las caricias subieron de intensidad y de repente ya estábamos alcanzando el orgasmo juntos. Qué buen reencuentro.

-Isaías, 39 años.