En Macedonia del Norte, una niña con síndrome de Down que era víctima constante de bullying en su escuela, fue acompañada por Stevo Pendarovski, presidente de este país, para concientizar a la población sobre las infancias que viven con esta condición.
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Embla Ademi, una niña de 11 años que vive en la ciudad de Gostivar, recibió una visita inesperada el lunes pasado, cuando el presidente del país donde vive se apareció en la puerta de su casa.
El señor Pendarovski se había enterado del caso de Embla, y decidió ir a la casa de su familia para hablar con sus padres sobre las dificultades que ellos enfrentan.
“El presidente dijo que el comportamiento de quienes ponen en peligro los derechos de los niños es inaceptable, especialmente cuando se trata de niños con un desarrollo atípico”.
Un comunicado de prensa enumeró las lecciones de esta experiencia. Niños como Embla “no solo deben disfrutar de los derechos que merecen, sino también sentirse iguales y bienvenidos en los pupitres y el patio de la escuela.”
“Es nuestra obligación, como Estado, pero también como individuos, y el elemento clave en esta misión común es la empatía”.
El mandatario de este pequeño país europeo señaló que la empatía “ayudará a los niños como Embla, pero también nos ayudará a aprender de ellos cómo alegrarse sinceramente, compartir y ser solidarios”.
“Todos somos iguales en esta sociedad. Vine aquí para mostrar mi apoyo y concienciar de que la inclusión es un principio básico”, dijo Pendarovski.
El presidente de Macedonia del Norte entregó varios obsequios a los padres de Embla y la acompañó a la escuela donde cursa la primaria, donde habló con el personal docente y administrativo.
Señaló la necesidad de sensibilizar a la población sobre este asunto y subrayó que existe “una obligación legal y moral de proporcionar una educación inclusiva, en la que el foco principal sea el desarrollo de habilidades y capacidades en los niños con diferentes procesos de desarrollo”.
