Existe una gran cantidad de métodos anticonceptivos, los cuales previenen el embarazo durante cierto tiempo, a estos los podemos definir como aquellos de barrera, naturales u hormonales. Todos ellos reversibles.
También existen aquellos métodos anticonceptivos permanentes, los cuales se llevan a cabo como último recurso, pues aunque su reversión sea posible, en ocasiones no es llevada con éxito.
Aquí te explicamos dos métodos anticonceptivos permanentes a los que deciden recurrir aquellas parejas que no quieren tener hijos o que ya tuvieron los deseados.
Vasectomía
Este procedimiento quirúrgico conlleva la esterilización permanente del hombre. Su objetivo es impedir la liberación de espermatozoides en el líquido que ha sido eyaculado. Es una forma más eficaz de evitar un embarazo, hablando de manera quirúrgica. El urólogo lleva a cabo este procedimiento colocando anestesia local en la piel del escroto y con un corte llega al conducto deferente, el canal que transporta los espermatozoides. Ahí se corta el conducto y después se sutura cada extremos. La mini cirugía dura entre 15 y 20 minutos.
Ligadura de trompas
Este procedimiento quirúrgico se lleva a cabo en la mujer y consiste en esterilizarla de manera permanente. Su objetivo principal es evitar el embarazo interrumpiendo el trayecto de espermatozoides en ambas trompas y así, llegar a fecundar el óvulo liberado por los ovarios. La ligadura de las trompas no impide la ovulación ni interfiere con el cliclo hormonal femenino, por lo que no hay ningún cambio en el ciclo menstrual.
Ambos procedimientos deben ser llevados a cabo cuando la persona esté segura de no querer recurrir a ningún embarazo; ni a corto, mediano o largo plazo. Como te comentamos, no son del todo reversibles, sin embargo, tratar de revertirlos no asegura que se pueda llegar a dar el embarazo.
