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Los entremeses cervantinos: el origen del Festival Cervantino

¿Por qué el Festival Internacional Cervantino se llama así?, ¿qué tiene que ver Cervantes con la ciudad de Guanajuato? Todo empezó con los Entremeses

¿Por qué el Festival Internacional Cervantino se llama así?, ¿qué tiene que ver el gran Cervantes, el manco de Lepanto, con la histórica ciudad de Guanajuato?

Todo comenzó hace más de medio siglo, 65 años específicamente, cuando, un 20 de febrero de 1953, en la Plaza San Roque, allí por el Teatro Universitario de la Universidad de Guanajuato, Enrique Ruelas estrenó frente al público guanajuatense los Entremeses de Miguel de Cervantes Saavedra, el mejor escritor que ha tenido la lengua española y una de las columnas de la cultura occidental.

Esa presentación, ese debut, fue la piedra sobre la que se cimentó el que se convertiría después en uno de los eventos culturales más importantes de México y de América Latina, y uno de los cuatro festivales más importantes, de su tipo, de todo el mundo: el Festival Internacional Cervantino.

San Roque, Guanajuato (Foto: Pachanka/Wikimedia Commons)

Cuando Ruelas presentó los Entremeses, fue todo un hito. La ciudadanía guanajuatense participó con gran interés: carniceros, obreros, albañiles, incluso académicos o políticos, todos tuvieron un papel en las representaciones que fueron una especie de despertar cultural en la ciudad.

Ese acto permeó tanto, que actualmente no se puede pensar Guanajuato sin la obra de Cervantes. Incluso, se le considera la capital Cervantina de América por parte de la UNESCO.

Recordemos que Cervantes es a la lengua española lo que Shakespeare es a la lengua inglesa.

Pero, ¿qué son los entremeses?

Un entremés es una pieza u obra teatral cómica en un acto, que se solía representar entre la primera y segunda jornada de las comedias. Se les consideraba un descanso o interludio cómico, muchas veces protagonizado por personajes populares y se consideraba que las grandes obras tenían que tener en medio un gran entremés (de hecho se consideraba como un fracaso aquella obra que se presentaba sin un buen entremés…no así las obras malas que tenían buenos entremeses que podían seguir en cartelera gracias a estas pequeñas obras cómicas).

Los Entremeses son ya una tradición arraigada en el imaginario colectivo guanajuatense y son un símbolo de orgullo. De hecho, ahora, en su edición 46, el Cervantino presentará algunos de los clásicos entremeses cervantinos: La guarda cuidadosa, Los Habladores y El retablo de las maravillas. Todos ellos serán presentados en el espacio en el que nació el festival: la Plaza de San Roque.

Los entremeses de Cervantes buscan jugar con la realidad y se burlan de los grandes supuestos de la sociedad. Así como lo hizo con el Quijote, sus entremeses exponen aquellos momentos en los que la sociedad se muestra menos cuerda.

La Guarda cuidadosa trata sobre un soldado y un sacristán que están enamorados de la misma criada y disputan su amor mientras el soldado debe cuidar la puerta de su amada. Los Habladores tratan de un hombre que se casó con una mujer que no para de hablar por lo que contrata a un parlanchín para ver si la logra callar. El retablo de las maravillas cuenta la historia de dos estafadores que hacen creer a todo un pueblo que les presentan maravillas que solo pueden ser vistas por hombres que sean cristianos y estén casados… Como ven, todos estos argumentos son perfectos para disparar situaciones cómicas.

Guanajuato: Capital Cervantina

Además del devoto amor de Guanajuato por los entremeses, la ciudad, que es también patrimonio de la humanidad, está salpicada de “huellas” cervantinas.

Para empezar, tienen un teatro llamado “Cervantes” en el edificio que fue construido por el arquitecto José Luis Martines Cossio. Antes de volverse teatro fue el “Cine Colonial” (así es, es un cine que se transformó en teatro). Aquí se presentan todo tipo de propuestas escénicas: teatro experimental, ópera, música, danza, teatro guiñol, funciones de cine y festivales. Se ubica en la plaza Allende en el centro de la ciudad. En ella hay dos estatuas, una de Don Quijote sobre Rocinante y a su lado, otra, la de Sancho Panza.

Monumento a Don Quijote y Sancho Panza, Guanajuato (Foto: Zapata/Wikimedia Commons).

De hecho, ya hablando de Don Quijote, hay que resaltar que esta ciudad cuenta con un museo dedicado exclusivamente a la obra cúspide de Cervantes: “El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Se trata del Museo Iconográfico del Quijote, con obras de diversos artistas, entre ellos Dalí. Todas ellas están inspiradas en la que se considera la primera novela moderna. La idea de crear este acervo fue del exiliado español Eulalio Ferrer, quien estuvo en un campo de concentración en Francia. Su único consuelo ahí fue la lectura del Quijote y al salir comenzó a coleccionar piezas dedicadas a los personajes de Cervantes. Llegando a México tuvo, entre muchos otros aportes a nuestro país, la idea de crear este museo.

Por otro lado, piezas que son parte del acervo del Museo Iconográfico del Quijote están exhibidas en las calles de la ciudad… así que el Quijote permanentemente está en el paisaje y la mente de los guanajuatenses.

También se dedicó una plazuela a este personaje, la Plazuela del Quijote, que se ubica al costado del Templo de San Diego y en su centro se erige una escultura de Alonso Quijano que fue realizada por el artista español Santiago de Santiago.

Si aún no han leído la novela, temo darles una mala noticia: el personaje muere, pero la buena noticia es que su tumba está en México… bueno… como el Quijote no existió, más que una tumba se trata de un cenotafio (es decir, un monumento funerario que no contiene el cadáver del personaje a quien se dedica). El cenotafio está aquí en la Plazuela y dentro de él se encuentra una edición conmemorativa de la famosa novela.

Otro monumento se levanta en la avenida Pozuelos, se trata de la Glorieta Cervantina que adquiere su nombre por la monumental escultura que la corona que se titula simplemente “Cervantes”. La escultura fue hecha por Carlo Terrés y en ella se representan varios pasajes del Quijote.

Además, desde 1987 se realiza el Coloquio Cervantino Internacional, especial por reunir a los más connotados humanistas y especialistas en la obra de este escritor.

Por último, existen dos bibliotecas importantes. Una es la biblioteca Eulalio Ferrer que está especializada en la obra de Cervantes. Cuenta con 2 mil volúmenes con traducciones a 17 idiomas distintos al español.

La otra es “La Mancha Infantil” que es parte del Museo Iconográfico del Quijote que cuenta con adaptaciones del Quijote para niños.

Como ven, Cervantes es parte de la vida de Guanajuato, y aunque el Manco de Lepanto jamás vino a México, de hecho, nunca cruzó el mar Atlántico... ¿hay un lugar en la tierra donde su nombre y su obra tenga tanta vida? Guanajuato es la ciudad que vive el Quijote y el legado cervantino y su amor por la obra de este escritor es tan grande que empujó a su festival a ser uno de los eventos culturales más esperados e importantes a nivel mundial.

Ilustración principal realizada por @esepe1 

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