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Lobohombo: El ave fénix que nació de una tragedia

El incendio de la discoteca Lobohombo marcó a la Ciudad de México

El 20 de octubre del año 2000 puede ser una fecha que pasó desapercibida para millones de personas; sin embargo, para más de 22 familias en la CDMX, el recuerdo de lo que sucedió aquel día permanecerá siempre en su memoria, pues en cuestión de horas un intenso fuego acabó con la discoteca Lobohombo, dejando uno de los capítulos más negros en la historia de la capital del país.

Ubicada en Insurgentes Centro 95 y 97, en la colonia San Rafael, delegación (hoy alcaldía) Cuauhtémoc, la discoteca Lobohombo fue inaugurada en mayo del año 2000 sin imaginar que, solo 5 meses después, ahí mismo se viviría un verdadero infierno que ocasionó la muerte de 22 personas e hirió, en diferentes escalas de gravedad, a otras 40 personas.

De acuerdo a reportes de medios nacionales, pasadas las 5 de la mañana de aquel 20 de octubre, el ambiente de fiesta tropical -música que se tocaba en el centro nocturno- cambió de manera drástica después de que un chispazo diera inicio al fuego que consumió el lugar, poniendo en peligro la vida de las 100 personas que, aproximadamente, se encontraban en el sitio.

“En un rincón empezaron a salir chispas. Pensábamos que era parte del show. Cuando nos dimos cuenta de que era un incendio, corrimos hacia la puerta de emergencia y estaba cerrada. La gente de seguridad no la quería abrir”, narró para el medio Reforma una persona que estuvo esa noche en la discoteca.

Las versiones de otros testigos coinciden con lo mismo: las puertas del lugar estaban cerradas y los encargados de seguridad no las querían abrir si los clientes no mostraban el comprobante de pago, convirtiendo este detalle en uno de los más simbólicos de la tragedia.

El medio El Universal reportó que más de 50 bomberos combatieron el fuego generado en la discoteca Lobohombo, mismo que redujo a cenizas el segundo piso de la zona VIP, la pista de baile, el escenario y pilares eléctricos, además de provocar que personas se lanzaran por las ventanas del segundo piso hacia la calle, buscando ponerse a salvo.

Un mesero, entrevistado por Reforma, detalló que el incendio comenzó después de un cortocircuito casi en la entrada, posteriormente las llamas llegaron hasta la planta de energía eléctrica del lugar, la cual explotó y agravó la situación.

Muchas de las víctimas, destacó el mismo medio, quedaron atrapadas por la escenografía de la discoteca Lobohombo, misma que estaba hecha de materiales inflamables que, tras ser alcanzada por el fuego, cayeron y bloquearon la entrada principal, donde comenzó todo.

Varios cuerpos también fueron encontrados en los baños del centro nocturno, la mayoría de estos correspondientes a empleados y bailarinas del lugar, y cerca de una salida de emergencia, la cual estaba cerrada con candados y cadenas, como aseguraron los testigos.

Para poder liberar a las personas, los bomberos tuvieron que abrir boquetes en los muros por donde salieron víctimas del incendio, quienes fueron auxiliadas por gente que se encontraba cerca del lugar y que las llevaron a hospitales.

Cerca de las 11 de la mañana, seis horas después de que la tragedia comenzó, los bomberos terminaron de remover los escombros y sacaron al último de los cuerpos calcinados en el lugar, convirtiendo este incendio en el que mayor número de víctimas ha cobrado en la CDMX.

El incendio causó la muerte de 22 personas (Foto: Cuartoscuro)

Tragedia del Lobohombo: ¿de quién fue la culpa?

Narrada la tragedia, es claro que la culpa se puede repartir en más de una persona, pero ninguna fue tan señalada en su momento como el dueño del lugar: Alejandro Iglesias Rebollo.

De acuerdo a La Jornada, la PGJDF acusó de homicidio y lesiones dolosas a Iglesias Rebollo tras lo ocurrido en el Lobohombo; sin embargo, en septiembre de 2002, una jueza le concedió un amparo definitivo contra la orden de aprehensión, por lo que no se le fincaron cargos como responsable de lo sucedido.

Además, en 2004, un juez federal reclasificó el delito de homicidio doloso por el de culposo, por lo que eso le permitió estar en libertad, y en 2006 Rebollo pidió la prescripción de la acción penal en su contra.

En diciembre de 2003, el gobierno de la capital del país expropió el predio donde se encontraba la discoteca Lobohombo y lo declaró de utilidad pública. A raíz de esto, Iglesias Rebollo ganó un amparo que le permitía recibir el pago de la indemnización por el lugar donde se encontraba el centro nocturno.

Lobohombo: de discoteca a estación de bomberos

La discoteca Lobohombo se erigió sobre tres mil metros cuadrados, mismos que, después de la tragedia, el gobierno de la alcaldía Cuauhtémoc decidió convertirlo en una estación de bomberos y en la primera unidad de reacción inmediata en caso de accidentes y desastres, misma que también es conocida como Ave Fénix, en una especie de homenaje tras lo sucedido el 20 de octubre del 2000.

“Después de los trágicos acontecimientos sucedidos en la discoteca Lobohombo, la jefa delegacional en Cuauhtémoc, licenciada Virginia Jaramillo Flores, decidió cambiar la historia de este lugar, convirtiéndolo en la estación de bomberos de Cuauhtémoc y en la primera unidad de reacción inmediata en caso de accidentes y desastres”, se puede leer en la placa colocada en el lugar, que comenzó operaciones en septiembre de 2006, de acuerdo a una fotografía publicada por El Universal.

De manera oficial, el nombre del lugar es: “La estación de bomberos de Cuauhtémoc ‘Comandante Eulalio Mújica Pérez’”, misma que en su momento fue considerada la más moderna de América Latina y que requirió la participación de todos los sectores de la sociedad para su creación.

Buscando cambiar la historia del lugar, se convirtió en la estación de bomberos de Cuauhtémoc (Foto: Cuartoscuro)

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