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Día Mundial sin Tabaco: ¿Qué es y cómo enfrentar esta epidemia?

El Día Mundial sin Tabaco se celebra el 31 de mayo de cada año y la OMS busca erradicar su consumo

La Real Academia Española, dentro de sus acepciones, define la palabra epidemia como un “mal o daño que se expande de forma intensa e indiscriminada”, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto especial interés en la del tabaquismo, un problema tan normalizado como grave que afecta la salud de millones de personas y que, curiosamente, es la epidemia más prevenible en la sociedad. 

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En los esfuerzos por tratar de llamar la atención hacia el problema que representa el tabaquismo en todo el planeta, en 1987, la Asamblea Mundial de la Salud declaró el 31 de mayo de cada año como el Día Mundial sin Tabaco, el cual también se busca sea una ventana que acerque a la sociedad a conocer los riesgos que implica esta epidemia, así como destacar mensajes concretos relacionados a su control. 

Con el Día Mundial sin Tabaco, la OMS informa a la población acerca de los peligros que significa el consumo de tabaco, sus prácticas comerciales y las acciones que pueden hacer las personas en la búsqueda de su derecho a la salud y a una vida sana. 

Datos generales del tabaco

Pero…  ¿por qué es tan preocupante el tema del tabaquismo? Aquí unos datos (publicados por la OMS en 2019) para dimensionar su alcance y las problemáticas que genera: 

  • El tabaco mata hasta la mitad de las personas que lo consumen
  • Anualmente, cerca de 1.2 millones de fallecimientos por tabaco son de personas no fumadoras expuestas al humo del mismo 
  • Más del 80% de consumidores de tabaco viven en países de ingresos medianos o bajos
  • Cada año más de siete millones de personas mueren por el consumo directo del  tabaco

La economía en la industria del tabaco

Pese a que la OMS, diferentes organizaciones y los países buscan de forma constante reducir el impacto que los productos del tabaco tienen sobre los consumidores, lo cierto es que es las empresas destinadas a este ramo siguen siendo generadoras de millones de dólares que no son aprovechados. 

De acuerdo a la oficina regional para Europa de la OMS, el consumo del tabaco genera problemas mundiales cercanos a los 1.4 billones dólares, esto a causa de la atención médica que se debe proporcionar a quienes padecen enfermedades ligadas a esta sustancia, la pérdida de productividad, daños por incendios, daños ambientales y prácticas agrícolas destructivas. 

Con el objetivo de controlar el consumo del tabaco, en 2017, un informe elaborado por la OMS y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos destacó que los impuestos al tabaco pueden ser parte de la solución para que el consumo disminuya, sin embargo la colaboración de algunos gobiernos ha dejado qué desear para la solución del mismo. 

De acuerdo a datos del informe mencionado, los gobiernos obtienen cerca de 269 mil millones de dólares por los impuestos del tabaco, pero de dicha cantidad apenas se invierten mil millones en medidas para el control del tabaquismo, es decir 0.34 del porcentaje total.

¿Por qué la poca inversión en tratar de erradicar el tabaquismo? 

La OMS establece que algunos gobiernos han sido reacios a aplicar medidas más estrictas contra el consumo del tabaco debido al miedo de provocar efectos negativos en su economía, principalmente en personas fumadoras de escasos recursos, así como en quienes trabajan en la producción agrícola del tabaco, elaboración de productos y ventas al menudeo. 

Sin embargo, el propio organismo mundial señala que la aplicación de medidas más severas (impuestos) es benéfica para todas las partes involucradas. El aumento de los precios en productos de tabaco, en efecto, golpearía a los consumidores, pero no se debe olvidar que un gran porcentaje de estos provienen de países de escasos recursos, por lo que, al tener que pagar una tarifa más elevada, es posible que reduzcan el consumo o, en el mejor de los casos, decidan dejar de consumir. 

Por su parte, el estudio de la OMS y el instituto de cancerología estadounidense de 2017 también señaló que las políticas del control del tabaquismo tienen muy poco impacto en el empleo generado por la industria, pues el número de puestos de trabajo que dependen del tabaco ha disminuido de forma sustancial debido a  la innovación tecnológica, por lo que actividades de agricultores en cosechas de otros productos pueden ser una alternativa para sustituir su labor en el mercado tabacalero. 

Protección contra el tabaco

La OMS ha dedicado múltiples esfuerzos, desde hace varios años, para tratar la epidemia del tabaquismo y la muestra fiel de esto es el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT OMS), publicado en 2003, en el cual se establece la importancia de las estrategias de reducción de la demanda del tabaco, además de cuestiones relacionadas al suministro del mismo. 

Del CMCT se han desprendido más iniciativas por parte de la organización rectora de la salud mundial, siendo el plan MPOWER el instrumento más desarrollado, mismo que tiene como finalidad ayudar a los países a ejecutar los lineamientos del CMCT, entre los que se encuentra, por ejemplo, el aumento de impuestos al tabaco. Sin embargo, ¿en qué más consiste el MPOWER?

El plan MPOWER en realidad son siglas que desglosadas buscan lo siguiente: 

  • Monitor –  Vigilar el consumo del tabaco y las políticas de prevención
  • Protect – Proteger a la población del humo del tabaco
  • Warn – Advertir sobre los peligros del tabaco
  • Enforce – Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco
  • Raise – Aumentar los impuestos sobre el tabaco

Como se mencionó con anterioridad, el aumento en el precio del tabaco, por el alza de impuestos, es la forma más eficaz de disminuir el consumo de esta sustancia; sin embargo, como se establece en el nombre, el plan MPOWER considera otros factores para cumplir con el objetivo y son las prohibiciones las que también juegan un rol importante. 

La industria tabacalera alrededor del mundo gasta miles de millones de dólares en publicidad, promoción y patrocinio, actividades que ayudan a la normalización del consumo de su producto. Es por estas razones que, insiste la OMS, las prohibiciones en materia de publicidad, promoción y patrocinio deben ser totales; es decir, abarcar todos los tipos de medios de comunicación, vallas publicitarias e internet. A esto se le debe sumar la prohibición de patrocinio de eventos deportivos y culturales de carácter internacional, además de promociones en descuentos o en distribución gratuita de productos de tabaco. 

Las mencionadas prohibiciones totales pueden reducir de forma significativa el consumo del tabaco y el porcentaje podría ser de alrededor de un 7% e incluso en algunos países la disminución ha sido del 16%, afirma la OMS. 

Otra solución viable para reducir el consumo de tabaco estaría ligada a utilizar un empaquetado sencillo o genérico, pues esto puede neutralizar el distintivo de una marca, y también la utilización del 80% de la superficie de los empaques para advertir los riesgos de fumar, así lo sugirió Cristian Morales Fuhrimann, representante de la OPS/OMS durante un evento en que la organización de la salud reconoció a México por elevar los impuestos a los cigarros. 

¿Se puede dejar el tabaco?, ¿cómo? 

Como lo establece la OMS en su plan MPOWER, la vigilancia del consumo del tabaco y las políticas de prevención, además de la búsqueda por respirar aire limpio -a través de entornos libres de humo– son parte de los primeros pasos para conseguir que el consumo de esta sustancia reduzca; sin embargo, como se mencionó en un principio, la cantidad de personas que son parte activa de esta epidemia como consumidores se cuentan por millones y a estas no hay que olvidarlas. 

Como cualquier sustancia adictiva, el dejar el tabaco no es un proceso sencillo, por lo que servicios de ayuda o medicamentos pueden ser puntos clave para lograrlo. 

El tratamiento contra el tabaquismo es una responsabilidad del sistema de atención sanitaria de cada uno de los países, mismos que deben establecer programas que puedan realizar una intervención eficaz y asequible para la persona que quiera dejar atrás el consumo. Entre las características que deben incluir los programas se encuentran: 

  • Servicios de asesoramiento 
  • Una línea de atención telefónica gratuita y de fácil acceso 
  • Acceso a medicamentos baratos para el tratamiento de la adicción

Por su parte, los profesionales de la salud podrían ofrecer apoyo por medio de información que ayude a comprender los beneficios al abandonar el tabaco, evaluar el grado de dependencia a la sustancia prescribir un medicamento, si es posible, y recalcar que la abstinencia total es la solución más eficaz, además de dar seguimiento puntual al paciente. 

En México las personas que quieran dejar atrás el tabaquismo, pueden acercarse al IMSS, ISSSTE o la Secretaría de Salud para solicitar la ayuda necesaria, pues el tabaquismo es un problema de muchos que se soluciona en conjunto.

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