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Día Internacional del Jazz: Las 5 mejores cantantes de la historia

En el Día Internacional del Jazz recordamos a las cinco mejores cantantes en la historia del género

El Día Internacional del Jazz se conmemora cada 30 de abril desde 2011. La idea fue del músico y  embajador de la UNESCO Herbie Hancock. El objetivo detrás de esta fecha es, de acuerdo con la ONU, “sensibilizar a la comunidad internacional sobre las virtudes del jazz como fuerza de paz, unidad, diálogo y cooperación reforzada entre las personas, así como herramienta educativa.”

Es por eso que el día de hoy decidimos recordar las voces  de aquellas mujeres que fueron pioneras y que siguen siendo un referente de la mejor música. Y qué mejor que el Día Internacional del Jazz para rendirles un homenaje a las cinco mejores cantantes de la historia de este género.

5) Sarah Vaughan (1924 – 1990)

Nacida en 1924, “Sassy” tenía una voz hermosa, con un vibrato celestial y trémulo. No por nada a Sarah Vaughan de Nueva Jersey se le conoció como “The Divine One”, “La Divina”. Cantó con diversas bandas y orquestas, antes de lanzar su carrera en solitario a finales de la década de 1940.

Sin embargo, el éxito llegó hasta que firmó con Mercury Records en 1954, lo que resultó en una serie de álbumes notables. Vaughan fue una consumada estilista de canciones que se sentía tan cómoda con un ritmo oscilante como con una sensual balada romántica.

Con un control asombroso de su voz y entonación, así como un rango notable, es, sin duda, una de las mejores cantantes en la historia del jazz.

4) Peggy Lee (1920-2002)

Norma Delores Egstrom nació en Dakota del Norte y es una de esas raras cantantes cuya identidad puede identificarse con solo cantar una sola nota. A lo largo de su carrera, perfeccionó el arte del minimalismo sensual.

La carrera de Peggy Lee despegó en la era del swing, como cantante destacada con la banda de Benny Goodman. Pero tal era su calidad y talento, que no tardó en forjarse una carrera como solista, acumulando una serie de sencillos exitosos. Entre ellos, por supuesto, está incluido el clásico inmortal del jazz Fever de 1958.

3) Nina Simone (1933-2003)

Única e inigualable, Eunice Waymon, hija de un predicador de Carolina del Norte, soñaba con ser concertista de piano clásico. Sin embargo, el racismo terminó por disuadirla y encontrar en los clubes nocturnos la respuesta a sus ansias para hacerse de un lugar en la música.

Poseyendo una voz ronca y expresiva de contralto, Simone tenía la habilidad de hacer que todo lo que cantaba sonara como una declaración personal desde lo más profundo de su alma. Una artista que hizo de su música un testamento de vida.

Simone, a pesar de haber muerto hace casi 20 años, sigue siendo una figura profundamente influyente y toda una inspiración para muchos jóvenes músicos de la actualidad. Después de todo, ¿cuántos artistas son capaces de fusionar a Bach en una pieza de jazz?

2) Billie Holiday (1915-1959)

Eleanora Fagan tuvo una infancia tan dura, que nadie hubiera imaginado que sería toda una leyenda del jazz. Fue prostituida por su madre y y pasó un tiempo en prisión.

A pesar de las dificultades, logró hacerse un camino en el mundo de la música hasta que alcanzó el éxito. Su poderosa voz tenía un cierto patetismo que lograba invadir de dolor y tristeza todas las canciones que interpretaba “Lady Day“, “La Dama del Día”.

El cantar Strange Fruit terminó por hacerla una artista perseguida y acosada por el gobierno de Estados Unidos. Esto, aunado a la adicción a las drogas, terminó por acabar con su vida a los 44 años de edad.

No obstante, su legado sigue vivo y su inconfundible voz sigue estremeciendo a todos aquellos afortunados en descubrir su increíble repertorio musical. 

Menciones honoríficas: Dinah Washington, Julie London, Diana Crall, Anita O’Day, Bessie Smith, Etta James.

1) Ella Fitzgerald (1917-1996)

No por nada es conocida como “First Lady Of Song”, la “Primera Dama de la Canción”. La cantante de jazz más exitosa y con una de las carreras más longevas dentro del género.

Nacida en Newport News, Virginia, Ella Fitzgerald comenzó su ascenso en el mundo del jazz en el escenario del Apollo Theatre de Nueva York, cuando ganó el primer premio en una competencia de talento amateur en 1934.

A finales de esa década, cantaba con la banda del baterista Chick Webb, pero fue hasta 1954, cuando su carrera finalmente despegó. Cantó con Louis Armstrong, Frank Sinatra, Count Basie y Duke Ellington, entre muchos otros artistas legendarios.

Fitzgerald era capaz de improvisar con su voz el sonido de una trompeta tipo bebop. Era una increíble baladista, con una voz sedosa con la que podía equilibrar la técnica con la sensibilidad. Su habilidad para el scat (improvisación con palabras y sílabas sin sentido) contrastaba con su frase y su impecable fraseo.

Toda una leyenda cuyo amplísimo repertorio y legado, sin duda, la convierten en la reina del jazz.

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