Inicio  /  Especiales

Amado Nervo, el poeta con escolta internacional

En el cortejo fúnebre para Amado Nervo participaron varios países de América Latina.

Por Gerardo “Bola” Juárez

Hace 10 años aproximadamente, en un asado/cena en Montevideo, Uruguay, el doctor Cassio Luiselli Fernández, extraordinaria persona y quien fue embajador de México en ese pequeño-gran país, me contó un pasaje de la
historia de América Latina de lo más emotivo, conmovedor y trascendente que haya escuchado; un evento que por su naturaleza al día de hoy no tiene igual; misión que aún no tiene clasificación en los complicados cánones de la diplomacia: el especial cortejo fúnebre que rindieron al egregio poeta mexicano, Amado Nervo, prácticamente todas las repúblicas latinoamericanas, especialmente Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil, Venezuela y Cuba.

Precisamente este 24 de mayo se cumplieron 102 años de la muerte del “inmenso” poeta Nayarita, quien murió en la Ciudad de Montevideo Uruguay a los 48 años de edad, y quien en aquellos días iniciaba con el cargo de Ministro plenipotenciario de México en Argentina, Uruguay y Paraguay con sede en Montevideo. Este honroso cargo era menos reluciente ante su condición de “poeta de América”.

Desaparecido Rubén Darío apenas tres años antes, como bien dice Carlos Mey, Amado Nervo era la voz poética más conocida de la América Hispánica. Representaba a una generación de escritores que se había reconocido como americana en Europa, y había adoptado el programa de compartir con los pueblos la convicción de tener un común destino americano. Aquí viene lo conmovedor y trascendente: en un mensaje de ternura y elocuencia desbordante, los más altos funcionarios uruguayos dispusieron que el cuerpo del poeta mexicano fuese trasladado de Montevideo a Veracruz con los más altos honores en el crucero de guerra “Uruguay”, en donde alumnos de la escuela naval de Montevideo llevaban la consigna de hacer guardia de honor al cadáver de Nervo durante todo el trayecto. Al poco tiempo de zarpar a su largo viaje por el mar atlántico, al buque uruguayo se le unió el “9 de julio”, crucero de guerra pero ahora de bandera argentina, país que también dispuso escoltar y honrar en su último viaje al cuerpo inerte del inmenso poeta a su amado México; durante el trayecto hicieron lo propio embarcaciones de Brasil, Venezuela y Cuba, con sus respectivos homenajes funerarios en Río de Janeiro, La Guaira y la Habana.

No pudiendo esperar más la llegada de los restos del poeta al puerto de Veracruz, por instrucciones del presidente Venustiano Carranza, fue enviado el “Zaragoza”, buque de guerra del ejército mexicano, a la isla de Cuba para unirse a dicho cortejo fúnebre internacional.

Al llegar el cuerpo del poeta Nayarita a la Ciudad de México, hubo una serie de homenajes, lecturas, reflexiones todos estos eventos llenos de emoción en la entonces Universidad Nacional de México, conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional en su honor y muestras de luto por todas partes, para después darle sepultura con honores en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Rinden los últimos honores al poeta Amado Nervo. (Foto: Especial)

Ni Pedro Infante, ni Jorge Negrete, ni Cantinflas recibieron tan extraordinaria despedida, señaló alguna vez el cronista de la Ciudad de México Carlos Monsiváis.

Cuando escuché esta historia, no pude dejar de pensar e imaginar cuál era la realidad de la América Latina a principios del siglo XX: un mundo donde la muerte de un poeta honesto como Nervo era suficiente para movilizar conciencias y corazones en gran parte del mundo, donde no daba pena llorar la muerte de un poeta sino por el contrario un honor, imagine en consecuencia muchos de los hogares leyendo sus poemas, siendo víctimas de su noble y prodigiosa inspiración, entre muchas otras cosas… También imagine muchos más de esos hogares analfabetas y en pobreza extrema.

¿No será que ese es el mundo que deberíamos atrevernos a vivir otra vez, donde la gente y los países se desborden por el amor al arte, la belleza, el honor y el respeto?

Este es el último verso del último poema escrito por Amado Nervo, titulado “En paz”, uno de los más conocidos en el que hace un balance de su existencia:

“Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”.

Más especiales