Los Juegos Olímpicos de 1968 tuvieron lugar en la Ciudad de México y fueron los primeros Juegos que se realizaron en un país de América Latina. Para la Ciudad de México, el evento era una oportunidad de mostrarle al mundo que todo estaba “bien”, luego de la matanza ocurrida el 2 de octubre, y para decir que el Distrito Federal era una metrópoli tan valiosa como Londres, Berlín, Roma o Tokio para organizar un evento de esa magnitud.
Uno de los aspectos innovadores de México 68 fue la de la campaña de diseño gráfico (que incluye el logotipo, los carteles y otros gráficos) ya que se convirtió en una de las más famosas de la historia olímpica, estableciendo un nuevo estándar para futuras ediciones.
Estos diseños encargados por el gobierno también serían cooptados por activistas locales, que querían revelar la realidad política más oscura en México, una realidad que sentían que estaba siendo encubierta detrás de la bella y brillante imaginería de los Juegos de 1968.
El logo de México 68 lo hicieron dos norteamericanos
Debido a su tamaño y diseño, la Ciudad de México era un lugar desafiante para albergar un gran evento internacional como los Juegos Olímpicos.
Los organizadores del comité debían mostrar que su metrópoli no solo era emocionante, sino también segura y navegable. Querían crear una identidad visual para unir todo lo que estaba sucediendo durante los Juegos, y realmente vender la Ciudad de México a todos los visitantes que la vieran por primera vez.
Así que decidieron organizar una competencia internacional para encontrar un diseñador que creara un logotipo y una campaña para los Juegos: querían una nueva apariencia que fuera cosmopolita, contemporánea y claramente mexicana.
Lance Wyman, contendiente que vino a México para un período de prueba, era un diseñador gráfico de 29 años de Nueva York. Él y su socio, Peter Murdoch, solo podían pagar un boleto a nuestro país y llegaron en noviembre de 1966 para tratar de hacer un diseño que representara a México aunque ninguno de ellos había estado en la ciudad.
Después de pasar bastante tiempo como turistas en México, ganaron la competencia, y eso fue solo el comienzo ya que terminaron quedándose durante dos años para trabajar en la campaña.
Las rayas hipnóticas se convirtieron en uniformes de rayas para los trabajadores y voluntarios de los Juegos.
Los patrones y colores utilizados en el logotipo terminaron en sombreros, estampillas postales, globos y todo tipo de productos.
Los estadios en toda la ciudad fueron pintados con patrones de arte opcionales. Colores brillantes decoraron aceras, paredes y plazas.
Estos diseños brillantes e hipnóticos dieron a los Juegos Olímpicos una coherencia visual … pero también ayudaron a las personas a encontrar su camino. El lenguaje del diseño se expandió a un sistema completo que ayudó a los visitantes a navegar por la ciudad
El encendido de la antorcha
Durante 18 ediciones, la antorcha que encendía el pebetero y marcaba el inicio de los Juegos había sido llevada únicamente por hombres, pero eso cambió en México 1968. En el Estadio Olímpico la corredora mexicana Enriqueta Basilio fue la primera mujer que encendió el pebetero de la historia olímpica.
La tarde de ese 12 de octubre, la joven de 20 años recibió la antorcha de un cadete militar y corrió por la pista y recorrió la escalinata hacia lo más alto de la tribuna este del estadio, con 100 mil espectadores como testigos del histórico momento.
Se rompe el récord de los 10 segundos
Las Olimpiadas del 68 también son conocidas porque se rompieron 23 récords olímpicos. Uno de los más memorables fue el del corredor estadounidense James Hines, quien llegó a la final de los 100 metros planos con solo 22 años de edad y fue el primer hombre en lograr un registro oficial de menos de 10 segundos en unos Juegos Olímpicos.
Televisión e innovaciones
Los Juegos Olímpicos del 68 fueron los primero en el mundo en ser transmitidos por televisión vía satélite.
En algunas de las 20 competencias deportivas también se implementaron dispositivos que hicieron más transparentes los resultados de los Juegos Olímpicos.
También fue la primera vez que los atletas corrieron por la pista sintética de tartán, pues el atletismo en los juegos anteriores se desarrollaba en pistas hechas a base de una combinación de ceniza y tierra.
Pruebas de dopaje y género
México 1968 fue la primera ocasión en la que los competidores fueron sometidos a pruebas antidopaje para detectar el consumo de substancias prohibidas. El sueco Hans-Gunnar Liljenwall fue el primer sancionado, pues dio positivo a la prueba de alcohol.
También en esos juegos se hicieron las hasta entonces inéditas pruebas de género para verificar el sexo de los competidores.