De acuerdo con la tradición cristiana, los Reyes Magos viajaron desde el Oriente hasta Belén para adorar al niño Jesús y le entregaron tres regalos: oro, incienso y mirra.
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En el caso del oro y el incienso no hace falta explicar nada, pues son elementos plenamente conocidos en nuestra cultura, sin embargo, pocos saben qué es la mirra.
La mirra es una resina aromática, obtenida del árbol Commiphora myrrha, originario del noreste de África. Aunque su sabor es amargo, antiguamente se usaba para elaborar ungüentos y perfumes. También se le atribuían propiedades antiparasitarias y curativas, y era empleada para el tratamiento de padecimientos como la disentería y la ronquera.
Otro uso de la mirra era como ungüento para embalsamar cadáveres, e incluso Dioscórides (antiguo médico griego) la señaló como abortiva en su tratado “De Materia Médica”.
Reyes Magos de Oriente, de El Greco.
Significados de la mirra
En la Iglesia Católica se dice que los regalos que recibió Jesús de Nazareth tenían distintos significados. Por ejemplo, el oro era un regalo destinado a los reyes y el incienso se quemaba ante los dioses.
En el caso de la mirra no hay tanta claridad, pero se manejan tres hipótesis:
1. Al ser usada como anestésico (cuando se mezclaba con vino) puede representar que Jesús vino al mundo a quitarle dolor.
2. Siendo un embalsamador, la mirra anunciaría la pasión del mesías y una alegoría de su relación con la muerte.
3. La mirra es amarga, por lo que profetizaba los momentos amargos que viviría Jesús.
