POLíTICA

Universitarios de Nicaragua llaman a sus líderes a ocupar mesa de diálogo

Un grupo de estudiantes de cinco de las universidades más grandes de Nicaragua llamó hoy a sus líderes a ocupar un lugar en la mesa del diálogo entre el sector privado y el Gobierno, para evitar que infiltrados oficialistas usurpen su lugar.

La petición se da en medio de la crisis sociopolítica que atraviesa el país a raíz de las protestas contra la administración de Daniel Ortega y sus intentos de reducirlas por la fuerza.

“No somos los líderes de las organizaciones universitarias, (…), lo que tenemos claro aquí es que el Gobierno quiere dividir al movimiento estudiantil como lo hace con los partidos políticos, y eso no puede pasar, y el llamado aquí a todos los universitarios que nos escuchan, que se sumen para que nadie más ocupe las mesas de diálogo”, dijo un portavoz de la agrupación.

El grupo, cuyos integrantes no brindaron sus identidades reales aunque sí dejaron ver sus rostros, afirmaron que su mensaje contó con el consentimiento de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y la Universidad Americana (UAM).

Además, de la Universidad Nacional Agraria (UNA), la Universidad Centroamericana (UCA), el Recinto Universitario Carlos Fonseca Amador (RUCFA) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), y de la UNAN-León.

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El llamado fue hecho en parte para evitar que la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) tome su lugar en hipotéticas discusiones para encontrar una salida a la crisis.

“A UNEN la rechazamos totalmente porque no es un movimiento legítimo que represente a nuestros jóvenes universitarios, porque siempre ha funcionado como un mecanismo de control del Gobierno para reprimir las protestas”, indicó uno de los portavoces del grupo.

La agrupación, representada por dos mujeres y un varón, dijo no ser portavoz de ningún movimiento estudiantil, pero resaltó que cuenta con la aprobación de cada uno.

Nicaragua cumple hoy once días de protestas masivas continuas contra Ortega, a quien señalan haber utilizado fuerzas de choque civiles, conocidas como “turbas”, así como a la Policía Nacional para ataques represivos que han dejado 42 muertos y decenas de desaparecidos, en su mayoría estudiantes universitarios.

Aunque las protestas iniciaron por reclamos a unas medidas de seguridad social, no cesaron ni siquiera cuando fueron revocadas por el presidente, ya que los nicaragüenses se volcaron en apoyo a los jóvenes.

Ahora la población de Nicaragua reclama la renuncia de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, porque los consideran represivos, corruptos, violadores de los derechos humanos, así como de los derechos civiles y de las libertades públicas, entre otros.

Aunque existe la posibilidad de un diálogo entre el Gobierno y el sector privado para superar la crisis, con la mediación de la Iglesia Católica, la población no se siente identificada con el
mismo.

El clero nicaragüense citó este sábado a una “peregrinación por amor a Nicaragua”, a la que se esperan miles de personas que piden el cese de Ortega como presidente.

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Con información de EFE.
ramg