En Salamanca, Guanajuato, donde el fin de semana murieron 15 personas en un ataque a un table dance, la inseguridad ha llevado a muchos habitantes a evitar salir a las calles de noche.
“Uno mismo se pone los límites para no salir de noche, uno se protege, si no tienes a qué salir que urja, no salimos”, dijo un habitante de Salamanca, quien habló bajo condición de anonimato.
“Habían anunciado que había toque de queda, inclusive se dijo, autoridades, que a las nueve de la noche no tendríamos por qué salir a la calle por la delincuencia y por ver la situación que se está pasando”, reconoció otro habitante.
Salamanca es la cuarta ciudad más importante de Guanajuato con 285 mil habitantes. Aquí está construida una de las seis refinerías de Pemex y pasan un tercio de sus ductos.
“Vivir en salamanca es una psicosis de oír disparos, de salir con miedo, las calles están completamente vacías”, relató otro vecino.
La delincuencia poco a poco se apoderó de las calles.
Por todos lados se empezó a vender gasolina, todo mundo ofrecía gasolina, varias casas abiertamente decían ‘se vende gasolina robada’ y todavía se vende gasolina robada”, afirmó la madre de un joven asesinado en Salamanca.
“Vivimos con miedo, quitan las bolsas, quitan el celular, roban las camionetas, quitan con violencia las camionetas, los vehículos”, aseguró otro vecino.
El miedo a las represalias obliga a la gente a guardar silencio y sólo les queda esperar no estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
Sucede en algunos restaurantes, sucede en centros comerciales, entonces lo que pide uno es no estar en un lugar equivocado”, reconoció Francisco Javier Rodríguez, habitante de Salamanca.
Con información de Francisco Santa Anna
LHE
