Ante la falta de condiciones para que la mayoría de sus alumnos pudieran seguir las clases a distancia, un maestro en Querétaro adaptó su camioneta y ahora los va a visitar a sus apartadas comunidades.
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“Como teníamos este pizarrón que ya no utilizamos dije, lo vamos a aprovechar, lo vamos a poner aquí”, comentó el profesor Salvador Olvera.
Salvador Olvera es profesor en la comunidad de San Pedro Escanela, municipio de Pinal de Amoles, en la Sierra Gorda de Querétaro, en su camioneta de redilas cabe un pizarrón adaptado en la parte posterior, sillas plegables, una bolsa con gises y gel antibacterial. Es de lo que se vale para acercar su pequeña escuela itinerante a los alumnos de sexto de primaria.
“Tenemos que buscar alguna estrategia para poder apoyarlos, poder llegar a ellos, ya que aquí no contamos con los medios tecnológicos para que nuestros niños puedan tomar sus clases de manera virtual, vamos a la comunidad de Durazno Grande, más o menos son cuatro kilómetros lo que hay que recorrer”, informó el profesor Olvera.
Salvador tiene 38 años como maestro y es director de una primaria, a raíz de la pandemia, tuvo que ingeniárselas para que sus estudiantes no dejaran de recibir instrucción, muchos de ellos viven en comunidades que se encuentran a una hora de distancia del plantel, como Durazno Grande, donde vive Jonatan.
“Mi niño ha avanzado mucho en su aprendizaje a pesar de que ahorita con eso de la pandemia no son los horarios como deberían de ser”, aseguró Olga Lidia Blanco, madre de alumno de Salvador.
Una fotografía tomada por un automovilista en la comunidad de la loma cuando el profesor impartía clase se volvió viral en redes sociales. Él dice que esto sólo reforzó su vocación
“Eso es un reto para mí, de seguir todavía buscando nuevas estrategias o nuevas formas de apoyar a los niños. A muchos compañeros les he dicho: no son vacaciones. Tenemos que buscar las formas de llegar a los niños”, agregó el profesor Olvera.
El profe Chava, como lo conocen en la zona, es estricto con los protocolos sanitarios: los niños deben contar con cubrebocas y antes de iniciar las clases deben ponerse gel antibacterial en las manos.
“Normalmente somos casi los 25 en nuestro grupo. Si fuéramos todos allá seríamos muchos. Está bien tomar las clases así, porque aquí nada más nos juntamos cinco a lo mucho. Si extraño a mis amigos con los que iba allá en la escuela”, finalizó Ever Sánchez, alumno del profesor chava.
Con información de Raymundo Pérez Arellano y Víctor Olvera
DMGS
