ARTE Y CULTURA

Acapulco realiza el séptimo festival de pescado a la talla

El pescado a la talla es un platillo característico del puerto de Acapulco y desde hace siete años en playa Bonfil se realiza un festival lleno de sabor, música y colorido.

Este año, restauranteros de la zona prepararon más de 500 kilos de pescado a la talla.

El pescado a la talla, es un platillo característico del puerto de Acapulco (Twitter: @MerceCalvoE)

“Ya pasamos por varios puestos y todos nos ofrecen el pescado a la talla adornado por diferentes cosas, me parece encantador el platillo y aparte nos ayuda mucho a la cultura mexicana que internacionalmente conozcan nuestra cultura en la comida”, dice Dulce Martínez, turista de la Ciudad de México.

El pescado a la talla se puede preparar con huachinango o róbalo que se cocina a las brasas.

Con este evento prestadores de servicios buscan promover las bondades culinarias del puerto guerrerense.

“Una muestra gastronómica donde sin duda alguna el platillo ícono de Acapulco, de Guerrero puedo decirlo que también México es nuestro pescado a la talla”, mencionó Sergio Mejía, organizador del festival pescado a la talla.

“Vine a eso a probar, nos hablaron mucho del evento”, aseguró Sandy González, turista de la Ciudad de México.

Además de la muestra gastronómica, también se realizaron otras actividades como bailes folklóricos y degustación de coctelería.

RECONOCEN AL POZOLE DE CAMAGUA, PLATILLO ÚNICO DE CHILPANCINGO

El pozole de camagua fue premiado en la categoría de ‘Platillo de Rescate’, en el Foro Mundial de Gastronomía, celebrado del 5 al 8 de octubre de 2017 en el Centro Nacional de las Artes en la Ciudad de México.

El pozole de camagua es un platillo único y diferente, originario de Chilpancingo, Guerrero.

El pozole de camagua es una variante del pozole tradicional que se sirve verde o blanco.

Patricia Acevedo Pacheco, cocinera tradicional, explicó que se elabora solamente con dos ingredientes, el frijol negro y el maíz de camagua.

Este platillo es originario del estado de Guerrero y hecho en comunidades indígenas de Chilpancingo como Amojileca, donde se prepara en un horno de leña en un proceso totalmente artesanal.

A diferencia del pozole tradicional que se cocina sólo los jueves, el de camagua se sirve y se come cualquier día de la semana.

Con información de Isaac Flores

HVI