Las migraciones en el mundo no sólo aportan en economía o cultura, ya que también enriquecen las cocinas y las gastronomías de los países, coincidieron expertos en el Claustro de Sor Juana.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luis Alberto Vargas, indicó que el migrante buscará siempre un equilibrio entre lo que conoce y la novedad en cuanto a su gastronomía, por lo que en el caso de la caravana de migrantes centroamericanos, podrían intentar reencontrarse con lo propio, pero probarán nuevos sabores.
El migrante busca lo propio, pero tiene dos características: gusta comer lo que conoce, pero gusta la novedad y entonces seguramente ellos van a buscar aquí muchas cosas que les son familiares, como los aguacates que están en todo Centroamérica”, refirió.
Por otro lado, mencionó que los migrantes centroamericanos extrañarán alimentos como las ‘pupusas’, que son tortillas muy gruesas y diferentes a las de México.
Seguramente lo que comenzarán a buscar será ese tipo de pupusas, que tendrán que prepararlas ellos, porque no tenemos esa tradición”, narró el investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas.
Durante la presentación del diplomado Cocinas Viajeras, Migración y Fronteras en el Atlas Gastronómico Mundial que realizará el Claustro de Sor Juana a partir de noviembre, recalcó que es difícil olvidar la comida originaria de los países donde se crece, por lo que insistió en explorar lo nuevo y conservar lo antiguo.
Dijo, por ejemplo, que Colombia cuenta con una gran variedad de frutas y plantas que ocupan para realizar jugos y que en México se desconocen, mientras que este país ha dado a conocer el maíz en el mundo, pero no se le da el mismo uso en otros países.
Con información de Notimex
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