La práctica del swinging es todo un fenómeno, con el cual muchos están de acuerdo y otros aseguran que es una práctica negativa que propicia la infidelidad y falta de respeto en las parejas.
Si bien pueden pesar varios aspectos negativos, son los positivos los que fomentan que las parejas quieran “convertirse” a esta modalidad swinger.
Te explicamos cómo se lleva a cabo el “convertirse” a esta práctica sexual.
El acuerdo perfecto
Ambas partes (la pareja) deben estar de acuerdo en este tipo de práctica así como acordar qué tipo de afectos se llevarían a cabo (penetración, caricias, besos, etc). No deben sentirse presionados por el otro, pues esto solo puede provocar inconformidad e inseguridad en ambas partes.
Protección ante todo
Una vez que se ha tomado la decisión de llevar a cabo esta práctica, en todo momento deben recurrir a los métodos de protección de barrera (condón), esto para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual evitando el poner el riesgo la salud propia y la de la pareja.
NO a lo emocional
Uno de los primeros acuerdos a los que se llega (y debe respetarse) es no incluir sentimientos ni emociones. Esto puede tener repercusiones graves, tal como querer seguir hablando con la pareja e intercambio, incluso, solicitar un encuentro a solas y sin permiso del otro. Ninguna prueba de afecto debe ser aceptada.
Estos son algunos de los acuerdos para poder convertirse a esta práctica sexual. Se deben tomar en cuenta para evitar enfrentamientos en la pareja, incluso, algo más grave como el rompimiento.