El sexo fuerte es una de las prácticas sexuales más recurridas por las parejas, sin embargo, mucho depende de la perspectiva y sensibilidad de cada persona, así como de la intensidad de cada uno de sus encuentros pasionales.
En sí, el sexo fuerte es considerado como aquél en el que se llevan a cabo movimientos intensos, lenguaje subido de tono y posiciones extremas. Así como, más agilidad y rapidez durante el encuentro.
Aquí te dejamos algunos ejemplos de lo que se lleva a cabo durante esta práctica que suele representar mucho placer para las parejas.
Movimientos intensos
Contrario a las caricias suaves, el sexo fuerte se caracteriza por movimientos rudos y muy pronunciados, sin embargo, ninguno de ellos llega a lastimar, por ello es muy importante considerar los gustos de cada pareja.
Lenguaje subido de tono
Las frases excitantes y gemidos al oido también forman parte del sexo fuerte. Lo que se buscan son palabras que lleguen a excitar y enciendan a cada miembro de la pareja. El hecho de susurrar palabras elevadas de tono no significa que deba recurrirse a algún lenguaje vulgar, pues este puede resultar sumamente incómodo.
Posiciones extremas
En esta práctica se suelen llevar a cabo posturas poco usuales como la carretilla, la tijera, la araña, etc. Todas ellas son para niveles avanzados. Es importante que se practiquen con precaución, pues varias de ellas requieren de fuerza, flexibilidad y mucha práctica.
Estas son algunas de las características del famoso sexo fuerte así que, si quieres incursionar en él, estos son algunos de los básicos que debes tomar en cuenta.
¿Te atreves?
