Las comerciantes informales conocidas como ‘nenis’ generan cerca de 9 millones y medio de pesos al día y 13 millones de familias mexicanas dependen de esta actividad económica para su sustento, indicó un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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José Ignacio Martínez Cortés, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, señaló los beneficios que ha traído consigo la llamada ‘economía neni’ en el contexto de la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, la cual ha orillado a un número mayor de personas, en su mayoría mujeres, a dedicarse al autoempleo por la vía del comercio al menudeo.
“Un estudio que hicimos arrojó que ésta crea empleo para tres personas, comenzando con una empresa que le vende a una emprendedora cierto producto y ésta a su vez lo ofrece a alguien más a través de catálogos o de manera física, así es como funciona”, explicó.
El fenómeno de las ‘nenis’ no es ninguna referencia a los ‘ninis’ de antaño (jóvenes que “ni estudian ni trabajan”). Las ‘nenis’ son mujeres comerciantes que venden sus productos por internet y llegan a un acuerdo con el cliente para entregar un pedido personalmente en un lugar público como el Metro. El término ‘neni’ se deriva del trato cariñoso que las vendedoras exhiben con su clientela.
En la segunda mitad del año pasado, las ‘nenis’ llamaron la atención de la opinión pública cuando las autoridades del Sistema de Transporte Público Metro comenzaron a implementar medidas más estrictas para reducir el comercio informal en sus instalaciones. Estas reglas resultaron en la detención de mujeres que fueron sorprendidas por policías haciendo entregas en el Metro.
“Cerca de 13 millones de hogares tienen un ingreso gracias a esta actividad económica”, señaló el señor Martínez Cortés, también coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN).
“Hay personas que ya están profesionalizadas y han venido operando desde hace tiempo, pero otras más se han sumado debido a que ya no tuvieron un ingreso y la necesidad las orilló a ello; a veces no tienen un punto de venta fijo, por lo que en ocasiones vemos en el transporte público a mujeres cargando con grandes bultos de zapatos, ropa o juguetes que son destinados a sus clientes”.
Los conflictos de las ‘nenis’ con las autoridades del Metro derivó en que sus reclamos fueran recogidos por el activismo feminista. Desde entonces, grupos feministas han montado manifestaciones en diversas estaciones del Metro para que las emprendedoras puedan vender y entregar sus productos en las instalaciones.
A diferencia del comercio ambulante, muchas ‘nenis’ ofrecen productos o servicios de elaboración propia, indicó el especialista de la UNAM. Ellas mismas se dedican a promover sus artículos a través de distintos medios, e incluso protegen su propiedad intelectual y sus derechos de autor.
“En algunos de nuestros círculos sociales tenemos a más de una persona que se dedica a este tipo de economía, que incluso nos ofrece la mercancía con pagos fijos, tal y como lo hace una tarjeta de crédito en alguna tienda departamental”.
No son mujeres que van a contar con el respaldo de un banco para que les otorgue un crédito y abran un negocio. Buena parte de estas comerciantes y emprendedoras buscan financiar sus estudios mediante esta actividad y viven al día con sus gastos.
