Al freír la corteza o la piel de cerdo en su propia grasa o manteca se puede obtener el chicharrón de cerdo, como se le conoce en México. Durante la elaboración, la piel se vuelve crujiente y esponjosa.
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El chicharrón da como resultado un alimento que contiene tejido adiposo subcutáneo, esa parte que se conoce como los gorditos, y también, algo de carne que está completamente limpia.
El chicharrón de cerdo es un guiso común en salsa verde o roja acompañado de papas y nopales. También, suele comerse sin guisar, en el llamado taco placero que se acompaña de queso fresco, aguacate, ensalada de nopales y salsa picante.
Recientemente, la compañía Muscle food lanzó unos chicharrones que contienen un 70% de proteínas y están hechos a partir de piel de cerdo frita. Por otra parte, se sabe que Jade Jones, una medallista olímpica de taekwondo, lo consume frecuentemente en su dieta.
El chicharrón presenta grasas pero no mono ni poliinsaturadas, con lo cual se traduce en que sus grasas son útiles al organismo. La única recomendación frente al alimento es no consumirlo frecuentemente ya que presenta un alto contenido de sodio.
Por último, otro de los beneficios del chicharrón de cerdo se encuentra en la sensación de saciedad que ayuda a tener, pues gracias a sus altos niveles de colágeno, ayuda al sistema digestivo a sentirse satisfecho por mucho tiempo.
