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¿Cómo prepararte para un examen? 12 consejos para tener éxito

Estudiar para las pruebas es uno de los temas más difíciles para muchos estudiantes, debido al nerviosismo que pueden causar. A veces ni siquiera sabemos por donde empezar.

No hay que temer: por esta razón, neurocientíficos, psicólogos, nutricionistas, profesores, maestros y estudiantes se han reunido en torno a una gran cantidad de investigaciones que nos otorgan estrategias para mejorar la memoria, los niveles de concentración e incluso el estado de ánimo.

Con las tres herramientas anteriores, es posible estudiar de manera más efectiva, aprender técnicas de estudio más eficientes y mantener un ánimo positivo para enfrentar el reto de la prueba.

1. Desayuno y alimentos para el cerebro

Nuestro cuerpo necesita energía para funcionar correctamente. El cerebro requiere un suministro adecuado y constante de energía en forma de glucosa.

Los estudiantes que desayunan obtienen mejores resultados en los exámenes, según investigaciones, debido a que les resulta más fácil concentrarse y recordar información.

Una alimentación balanceada es óptima para evitar el estrés corporal y mejorar la actividad cerebral (GettyImages)

 

Por eso, es bueno comenzar el día con carbohidratos que liberan energía lentamente a lo largo de la mañana, como el pan integral o cereales bajos en azucar.

Además, es necesario aumentar la ingesta de proteínas para obtener mayor estimulación, como el huevo.

Otras comidas también pueden incluir proteínas estimulantes como las sardinas, el salmón, granos enteros, col, acelgas, espinaca, brócoli, tomates y aguacates.

Los alimentos llenos de antioxidantes y antocianinas pueden ayudar a mejorar la memoria a corto plazo y el estado de ánimo.

2. Empieza antes

Comenzar a estudiar mucho antes de la fecha del examen ayuda a sentirse tranquilo y con las riendas de la situación.

Estudiar por la mañana, cuando el cerebro está descansado y fresco, es también una forma de estimular mejor el aprendizaje. También es mejor si esto se convierte en una rutina.

3. Establecer lo necesario para enfocarse

Dependiendo del tipo de examen al que te enfrentarás, existen diferentes temas a los que debes enforcar tu atención. Descubre el formato del examen y sabrás cuánto del programa de estudios debes revisar.

Para un examen tipo ensayo, es posible que no sea necesario cubrir todas las materias. En ese caso, será más efectivo enfocarse en algún contenido y estudiarlo a mayor profundidad.

Una prueba de opción múltiple, en cambio, requerirá una comprensión más amplia de la materia, aunque menos detallada.

Saber a qué tipo de examen te enfrentarás es una de los primeros pasos para comenzar a organizar las sesiones de estudio (GettyImages)

4. Planifica

Hacer un plan de estudio te ahorrará tiempo: sólo toma una sesión de trabajo y, de tenerlo, sabrás que revisar día con día y hacer un seguimiento del progreso.

Para esto, la forma más sencilla de hacerlo es realizar un calendario lo más detallado que sea posible, incluidos los documentos y notas más relevantes que deberás revisar.

Al cumplir todos los objetivos, el estudio será algo pasajero y tendrás toda la información disponible sin si quiera darte cuenta.

5. Espaciar las sesiones de estudio

Distribuir las sesiones de estudio es una estrategia que puede mejorar en mucho la capacidad de aprendizaje.

Es mucho mejor tener sesiones de estudio de una hora durante 10 días que estudiar un tema durante 10 horas en un día.

El tiempo que transcurre entre las sesiones de estudio espaciadas hace que el contenido se olvide y luego se vuelva a aprender de forma más sólida.

Esta estrategia fue calificada como “una de las más sólidas en toda la historia de la investigación experimental sobre aprendizaje y memoria”.

Utilizar el tiempo libre para estudiar es efectivo, sólo que es mejor si lo organizas, dado que así podrás también descansar, ayudando a tu cerebro (GettyImages)

 

6. Autoevaluación

La autoevaluación, según psicólogos y neurocientífios, podría ser una de las formas más efectivas de mejorar la capacidad para recordar información.

La técnica también ayuda a entender un concepto y no sólo memorizarlo: también da una oportunidad de verificar cualquier falla en el conocimiento propio.

Algunas de las mejores maneras de autoevaluarse es hacer resúmenes o simplemente ponerse a prueba al final de una sesión de estudio.

7. Ayuda a alguien más a evaluarse

Convertirse en maestro es una técnica conocida como el ‘efecto protégée‘ que estimula la memoria, pues para enseñar a otra persona se requiere aprender y organizar los conocimiento de manera clara y estructurada.

8. Evita distracciones

Los teléfonos tienen ventajas, aunque no son de mucha ayuda cuando se está estudiando de forma tradicional. Las redes sociales y la interacción llevan a la distracción o atormentarán con diferentes fenómenos, como el FOMO (fear of missing out) que en inglés es un acrónimo para ‘miedo a perderse de algo importante’.

Esto se ha comprobado: cuanto más tiempo se pasa frente al teléfono, más bajas son las calificaciones y el desempeño.

Estudiar y usar el teléfono o la computadora, principalmente para interactuar con otros compañeros, reduce la concentración y atormenta al cerebro con malestares innecesarios para el estudio (GettyImages)

9. Menos música, más silencio

Los ambientes tranquilos ayudan a los estudiantes a recordar mejor que aquellos que repasan mientras se encuentran en un lugar ruidoso o con música.

Los introvertidos, en particular, deben prestar atención a este consejo: son más propensos a distraerse con la música de fondo que los extrovertidos.

10. Tomar pausas regulares y hacer ejercicio

Estudiar de forma efectiva incluye también el tiempo para tomar descansos entre las sesiones de estudio, pues el cerebro tendrá una mejor oportunidad de asimilar lo que trabaja en la memoria.

El ejercicio también es esencial, pues hace que la sangre fluya y lleve más oxígeno al cerebro, ayudándolo a funcionar mejor.

Además, interactuar con la naturaleza trae muchos beneficios cognitivos, pues ayuda a reducir la ansiedad y promueve el autoestima.

11. Dormir

Al dormir a una hora razonable, al día siguiente el cuerpo podrá activarse temprano, bien descansado y listo para abordar el plan de estudio para el día.

Quedarse toda la noche despierto y el perfeccionismo podrían interferir con el descanso cognitivo y puede confundir al cerebro.

Algunas veces, estudiar por la noche es inevitable, pero es importante tratar de mantener estos casos al mínimo posible.

Con información de BBC Mundo