Busca grupo de intervención reducir violencia de pandillas

DENVER, Estados Unidos, mar. 5, 2015.- Las autoridades de Denver anunciaron hoy la creación del Grupo de Intervención contra la Violencia (GVI) para, con la ayuda de agencias estatales y federales, reducir la actividad de pandilleros y de otros criminales en la capital de Colorado, sea por medio de ayuda comunitaria o de una acción policial.

El anuncio se realizó tres días después de que se anunciasen los arrestos de seis integrantes de una pandilla de hispanos que desde hacía una década operaba violentamente en Denver, atacando no sólo a pandilleros rivales sino también a miembros de su propio grupo que no siguiesen las reglas establecidas por los cabecillas.

Según Christine Downs, de la Unidad de Relaciones con los Medios del Departamento de Policía de Denver, una de las razones para la formación del GVI fue “escuchar historias sobre lo que la violencia de pandillas causa a las familias y sobre la recuperación de expandilleros”.

En el marco de GVI, agentes del orden y funcionarios judiciales ya comenzaron a realizar “investigaciones y análisis para identificar a las personas y grupos que cometan crímenes violentos en Denver”.

“Es importante reconocer que todas las pandillas forman una asociación ilícita, pero no todas las asociaciones ilícitas son pandillas. Y no todos los grupos que se autoidentifican como pandillas realizan actividades violentas. Además, no todas las actividades violentas están conectadas con pandillas”, afirmó Downs.

Por eso, desde ahora “GVI identificará a los responsables de violencia y de crímenes sin importar si están afiliados con pandillas o se identifican como pandilleros”, agregó.

Una vez que esa identificación se produzca, se dará intervención a la Iniciativa de Reducción de Pandillas dependiente del Departamento de Seguridad Pública de Denver para que, con la ayuda de grupos comunitarios, organizaciones religiosas y funcionarios judiciales, se decida la mejor manera de ayudar a esos pandilleros o criminales a dejar esa forma de vida.

La ayuda puede consistir desde capacitación para obtener empleos hasta facilitación del acceso a programas de salud mental o de recuperación de adicciones y a programas de viviendas económicas.

La nueva iniciativa reemplaza y expande el programa “Alto el Fuego”, iniciado por el jefe de policía de Denver, Robert White, en 2012. Aquel programa había contactado a 101 pandilleros, con quienes las autoridades conversaron a puertas cerradas ofreciéndoles ayuda si modificaban su conducta, fomentando así una “dinámica de autocontrol”.

De aquellos contactados, 43 volvieron a las actividades violentas.

En la nueva versión del programa, “se les informará a los (presuntos criminales) que si comenten un crimen violento, las fuerzas del orden locales y otras instituciones utilizarán todos sus recursos y pondrán toda su atención en ellos (los criminales) y en todos sus asociados conocidos para enfrenten las consecuencias de sus actividades ilegales”.