Uso excesivo de exámenes perjudica a alumnos latinos

DENVER, Estados Unidos, ene. 16, 2015.- El uso excesivo de exámenes académicos en las escuelas públicas de Colorado perjudica a los estudiantes hispanos, ya que esas pruebas no están adecuadamente contextualizadas para el creciente estudiantado latino, advirtieron educadores de Denver.

“Nuestros muchachos no solamente son examinados una y otra y otra vez, sino que además son examinados de una manera que no los representa”, expresó Nita Gonzales, directora de la Escuela Tlatelolco Centro de Estudios en Denver.

“Los exámenes estandarizados de Colorado no incluyen ni el idioma ni la cultura de un alumnado cada vez más diverso”, afirmó.

Según el Departamento de Educación de Colorado, a las escuelas primarias y secundarias asisten unos 877.000 alumnos. De ellos, por lo menos el 30 % es de origen hispano.

Pero en Denver (el distrito escolar más grande del estado, con 87.000 alumnos), el 58 % es latino. De hecho, en el Distrito Escolar Adams 14 de Commerce City, un suburbio al norte de Denver, el 83 % de los 7.300 alumnos es hispano.

Y en las escuelas primarias del área metropolitana de Denver resulta frecuente que el número de hispanos oscile entre el 60 y el 90 % de los alumnos.

Sin embargo, indicó Gonzales, aún no existe una “agenda educativa” que refleje y respete esa nueva realidad demográfica en las escuelas de Colorado ni una “estrategia” que fuerce a las autoridades educativas a hacerse responsables de poner en marcha los cambios necesarios.

“¿Que si alguna vez pensamos que llegaríamos a estar en una posición como esta? No, no lo hicimos. Por eso necesitamos líderes que sirvan a nuestra comunidad y que luchen por los cambios necesarios a nivel estatal y nacional”, sostuvo la educadora.

Gonzales compartió su opinión en el marco de un reciente encuentro de expertos en educación, convocado por el Foro Latino de Colorado, donde también estuvo Arturo Jiménez, miembro de la mesa directiva de las Escuelas Públicas de Denver.

Según Jiménez, el uso excesivo de pruebas académicas (“de enero a mayo, 16 horas por semana”) es el resultado de confundir “innovación con seguir todas las tendencias impuestas desde Washington D.C.”

“Estamos volviendo al pasado. Estamos viendo una nueva segregación en las escuelas y el final del bilingüismo”, declaró Jiménez.

El Programa de Colorado de Evaluación de Estudiantes (CSAP, por su sigla en inglés) entró en vigor en 2002 y en 2011 fue reemplazado por el Programa Transicional de Evaluación de Colorado (TCAP) para los grados 3 a 10, al que luego se le agregó otro examen, Medición de Éxito Académico en Colorado (CMAS) para los alumnos de grado 12.

“Sabemos que tenemos un problema en las escuelas cuando nuestros muchachos comienzan a hablar sólo con siglas. Eso significa que no los estamos educando sino que sólo aprenden a aprobar exámenes”, aseveró Jiménez.

La misma opinión fue compartida por la maestra Andrea Durán Carpenter, que trabaja en Denver y en el Distrito Escolar del condado de Jefferson, el segundo más populoso del estado, con 85.000 alumnos, de los cuales el 17 % es hispano).

“La cantidad de alumnos en las clases debería ser más pequeña.
Debería haber más maestros de educación especial y más maestros de minorías. Y necesitamos juntas directivas que defiendan la educación y que provean fondos”, comentó Durán Carpenter.

Según el Departamento de Educación de Colorado, el 58 % de los estudiantes hispanos que completó el examen TCAP de matemáticas en 2014 llegó a un nivel “adecuado”, contra el 82 % de alumnos blancos en ese nivel, números similares en lectura. En escritura, las cifras fueron 33 % y 50 %, respectivamente.

Y entre los alumnos que sólo hablan español, los números sólo llegaron a 54 % de aprobados en lectura y el 30 % en escritura.

A la vez, en los TCAP de 2014, la puntuación bajó para todos los estudiantes y la disparidad escolar entre hispanos y blancos se acentuó, con la excepción de escritura, donde se mantuvo sin cambios.

“En Colorado tenemos la peor disparidad educativa del país”, expresó Luis Torres, vicedecano de asuntos académicos y estudiantiles de la Universidad Estatal Metropolitana de Denver.

“Y no veo que la situación vaya a cambiar. Se están violando nuestros derechos y ni siquiera estamos en la sala donde se toman esas decisiones. Ellos ni siquiera nos escuchan”, lamentó Torres.