GUATEMALA, Guatemala, 10 oct. 2014.- Las redes sociales se han convertido en una herramienta de mucha utilidad e ingresos para miles de guatemaltecos. Muestra de ello son las múltiples ofertas que han denunciado varios usuarios ante las autoridades del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, por la supuesta venta de animales y fauna en peligro de extinción en el país.
Desde aves como un Gavilán Colorado, científicamente conocido como Buteo Jamaicensis, hasta la Flor Nacional, la orquídea Monja Blanca, cuatro guatemaltecos han sido puestos a disposición de las autoridades de la Fiscalía de Delitos Contra el Medio Ambiente, por causar daños al Patrimonio Natural del país.
La caza ilegal de especies en peligro de extinción, se realiza en su mayoría en la parte norte del país, en donde aún se preserva la mayor cantidad de bosques y fauna del territorio nacional, pero para muchos residentes se ha convertido en su negocio, que han expandido por las redes sociales.
La Ley de Áreas Protegidas impone sanciones desde una multa de dos mil trescientos dólares hasta diez años de prisión a quienes dañen el Patrimonio Natural del país, que sufre desde hace varios años por estas bandas bien organizadas.
La tala inmoderada en el norteño departamento más grande del país, El Petén, que es un área protegida por su diversidad en flora, fauna y en ruinas mayas, y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, ha sufrido de este delito desde hace varios años, que ha llevado incluso a las autoridades internacionales a considerar retirar este reconocimiento internacional.
Más del cincuenta por ciento de la cobertura forestal del país está dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas, y el informe más reciente realizado en el año 2010, reveló que se han perdido ciento cuarenta y seis mil hectáreas de bosque, de los uno punto tres millones con que se cuenta en el país, lo que refleja el aumento de la tala en este país centroamericano.
Las autoridades resguardan los principales bosques del país, pero debido a la gran extensión de territorio, este negocio sigue siendo muy rentable para algunos guatemaltecos.
Lisa María Lou
