CRIMEN Y SEGURIDAD

‘¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos’, retumba en la Basílica

El obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel, ofició la misa en la que expresó su solidaridad con los padres, familiares y amigos de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014

Al grito “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa ingresaron a la Basílica de Guadalupe para pedir por sus hijos y encontrar la verdad que —según ellos— se les negó en la  administración federal pasada.

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Tras marchar de la glorieta de la Glorieta de Peralvillo al templo mariano, los familiares de los jóvenes gritaron: “ni perdón ni olvido”, y tras ser rociados con agua bendita ingresaron al recinto religioso.

Con la carga del dolor de más de cinco años sin saber de sus hijos, los padres y madres de los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, portan con dolor las fotografías de sus hijos, en espera que llegue la justicia.

El obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel Méndez, ofició la misa en la que expresó su solidaridad con los padres, familiares y amigos de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

Advirtió que no se podrán sanar las heridas hasta que se llegue a conocer la verdad y haya justicia para los estudiantes desaparecidos. “Es un atentado contra la dignidad de la vida y un pecado contra la vida de los desaparecidos y otros muchos más”, dijo.

En la homilía, el prelado sostuvo que en su lucha no están solos y advirtió que con los asesinatos, secuestros, extorsiones se atropella la vida.

Con información de Notimex

HAVJ