El número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidios por desempleo cayó inesperadamente durante la semana pasada a su nivel más bajo en 48 años y medio. Los mercados han tomado el dato como una señal de un mercado laboral que continúa fortaleciéndose.
Otro dato que alegró a los inversionistas fue el aumento de la actividad manufacturera en la costa Este de EU, la cual se aceleró en junio impulsada por un incremento en nuevos pedidos a fábricas. Sin embargo, los manufactureros reportaron haber pagado más por los insumos.
Los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo bajaron en 8 mil a una cifra desestacionalizada de 207 mil para la semana anterior. Esta representa la lectura más baja del indicador desde comienzos de 1969, según el Departamento del Trabajo de EU.
Analistas y economistas consultados por Reuters proyectaban que los pedidos de beneficios por desempleo aumentaran a 220 mil durante la última semana. Sin embargo, una segunda caída semanal consecutiva de los pedidos probablemente reflejó la dificultad de ajustar el dato por fluctuaciones estacionales en esta época del año, cuando fabricantes de vehículos cierran líneas de ensamblaje para realizar ajustes anuales.
El Departamento del Trabajo dijo que la semana pasada sólo se estimaron los pedidos del estado de Maine y los mercados financieros estadounidenses no reaccionaron mayormente al dato, mientras que el promedio móvil de cuatro semanas de pedidos iniciales de subsidios por desempleo bajó en 2,750 a 220 mil 500.
Por otra parte, la Reserva Federal (Fed) publicó el miércoles el reporte Libro Beige, que mostró que la escasez de trabajadores persistió en julio, además de registrar datos de aumentos de precios para las industrias manufactureras. El banco central estadounidense afirmó que eso se dio en una amplia gama de ocupaciones, desde ingenieros altamente calificados a trabajadores especializados en construcción y manufacturas, profesionales informáticos y conductores de camiones.
Con información de Reuters
asa.
