Luego de que el viernes la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum anunció que la Ciudad de México volvería al semáforo rojo por el aumento en casos de coronavirus, en el primer fin de semana de aplicación de la medida algunos capitalinos respetaron la medida, otros, de plano, encontraron como darle la vuelta.
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En comercios del Centro Histórico, donde desde la semana pasada se decretó que debían cerrar a las 5 de la tarde, los locatarios bajaron la cortina, pero dejaron a un empleado en la calle para aceptar pedidos.
Los comerciantes ambulantes y los tianguis parecieron no conocer la medida y vendieron en el último fin de semana previo a la Navidad.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo en conferencia de prensa realizada este domingo que el desacato obedece a un periodo de adaptación.
En plazas comerciales, el acatamiento de las medidas fue mixto. Mientras el sábado se observó una alta afluencia, para este domingo se notó menos movimiento.
En colonias de alto poder adquisitivo, el cierre de locales comerciales provocó que las calles lucieran semivacías.
La noche, y un envallado alrededor del la Alameda, desalentaron la salida de capitalinos ya entrada la noche.
La noche de este domingo, la Secretaría de Salud reportó 6 mil 870 nuevos casos de COVID-19.
En tanto, Europa mira atenta la evolución de una cepa de coronavirus, del que hasta ahora se sabe es más contagioso, pero no más letal. El brote, que inició en Reino Unido, provocó un nuevo confinamiento en Londres y el cierre de fronteras a vuelos procedentes de la isla.
Con información de Noticieros Televisa
AOV
