CRIMEN Y SEGURIDAD

Rescatan a 37 migrantes secuestrados en Matamoros, Tamaulipas

Fue a partir de un reporte al C4 que las autoridades ubicaron un domicilio en el ejido Buena Vista, en Matamoros, donde los captores habían recluido a los migrantes

En Matamoros, Tamaulipas, elementos de la Policía Estatal rescataron a 37 migrantes que dijeron llevaban 15 días privados de su libertad.

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Fue a partir de un reporte al C4 que las autoridades ubicaron un domicilio en el ejido Buena Vista, donde los captores habían recluido a los migrantes.

Tras el rescate, las 37 personas de diferentes nacionalidades, entre ellos 30 adultos y 7 menores de edad, fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración quienes determinarán su situación legal en el país.

Niños migrantes huyen del crimen en su travesía de México a Estados Unidos

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó que la Patrulla Fronteriza está deteniendo en promedio a cinco mil migrantes cada día en la frontera sur.

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Sin embargo, para los menores que se trasladan hasta este punto intentando llegar a Estados Unidos vienen huyendo de todo tipo de riesgos en sus países de origen.

Niños migrantes centroamericanos arriesgan sus vidas para llegar a la frontera con Estados Unidos; en su travesía por territorio mexicano ellos mismos han documentado los peligros que corren al subirse al tren conocido como La Bestia.

Diego y Denis, de 12 y 11 años de edad, acompañados de María Carmen, su madre, cuentan que fueron amenazados por los pandilleros y huyeron de Honduras, en los primeros días de este año.

“Venimos huyendo porque pues allá hay mucha delincuencia y pues mucho marero y por peligro de muerte, uno no puede vivir allá en su país. Lo amenazan de muerte mis hijos no pueden estudiar; se los llevan de las escuelas”, contó María Carmen Lara, migrante de Honduras.

Tras recorrer cerca de mil 500 kilómetros caminando y en tren, desde Coatzacoalcos, Veracruz, la semana pasada llegaron a la Casa del Migrante, en Saltillo, Coahuila.

Desde que salieron de Honduras han pasado tres meses. Sobrevivieron el camino, dicen, gracias a la protección que recibieron de los albergues que reciben a migrantes, a lo largo del país.

“Mi meta es quedarme acá, ya no quiero arriesgar a mis hijos hasta allá, simplemente quiero formalizarme y encontrar un trabajo, aquí, que me apoyen y que me ayuden, aquí, en México”, dijo María Carmen Lara, migrante de Honduras.

En el albergue de Saltillo, también se encuentran Eloísa y sus dos hijas: Reyna y Nicole, de 15 y 12 años de edad. Huyeron del sector Rivera Hernández, en San Pedro Sula, uno de los más conflictivos de la capital hondureña.

“Se mueve demasiado la droga, que son los marero, ahí pelean territorio.  A mis dos niñas me las pidieron para la meterlas a vender drogas. Como nosotros no aceptamos, entonces nos amenazaron que, si no, nos delataban, iban a llegar a matarnos a nosotros, allá las iban a violar y las iban a matar”, reveló Eloísa Cáceres, migrante hondureña.

Estuvieron seis meses en Tapachula, Chiapas, donde obtuvieron la residencia permanente del Instituto Nacional de Migración, pero debieron moverse hacia el norte porque, dice, los pandilleros las encontraron.

“Nos íbamos a quedar, ahí, trabajando y todo. Pero esas personas son muy grandes, ellos tienen gente, aquí, en México”, comentó Eloísa Cáceres, migrante hondureña.

Una situación similar vive Wendy, con sus dos hijas, sus dos hermanas y un hermano, todos menores de edad. La Comar les otorgó refugio en México en julio de 2020 y hace cuatro meses, llegaron al albergue “Casa Nicolás”, en Guadalupe, Nuevo león, pero hasta ahí les llegó información de que pretendían secuestrarlas cuando repartieran alimento a los migrantes afuera del albergue.

“El peligro que corremos allá, sobre todo las niñas, mis hermanos, están en la etapa de adolescencia, la mafia está muy organizada y hay mucho secuestro y violación, que crezcan mejor y que miren mejor, ellas, lo que quieren hacer, si ellas buscan el norte o algo, pero yo no las quiero arriesgar ya”, dijo Wendy Doras Morales, migrante hondureña.

Con información de corresponsales y de En Punto

JLR