La pandemia obligó a frenar los esfuerzos por dar educación a los hijos de migrantes mexicanos y centroamericanos que llevan meses en albergues de Tijuana, Baja California. Ahora, parte de esas clases se retomaron en un formato a distancia.
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Fortino García es estudiante de ingeniería en sistemas en Tijuana. Hace un mes adaptó un espacio de su casa para dar clases de matemáticas en línea. Sus alumnos son un grupo de niños migrantes y refugiados.
“Es una gran ventaja que estén aprendiendo y no se esté perdiendo tiempo en vano”, comentó Fortino García, profesor voluntario para enseñanza en albergues.
Al otro lado de la pantalla, 15 niños de entre 11 y 17 años escuchan la clase e interactúan mientras Fortino les explica las operaciones con fracciones.
Los alumnos migrantes viven en el albergue Embajadores de Jesús, ubicado en el cañón del alacrán, una de las zonas marginadas de Tijuana. Entre los niños hay hijos de haitianos, centroamericanos y mexicanos. Muchos de ellos esperan para buscar asilo en Estados Unidos.
“Son cien por ciento vulnerables, de por sí, los niños no sabemos cuánto tiempo van a estar los papás deciden no meterlos a la escuela. Entonces, nosotros estamos haciendo ese intento”, comentó Gustavo Banda, del albergue Embajadores de Jesús, Tijuana.
Carlos es uno de los alumnos. Él, junto a su familia, espera turno para exponer su caso ante autoridades norteamericanas.
“Estoy aprendiendo más cositas de lo que no sabía. Yo era malo en Geografía y ahora soy el que más participa yo no sabía dibujar y con la maestra de arte ya se, el inglés estoy aprendiendo poquito”, señaló Carlos, un menor desplazado en Tijuana.
El proyecto de llevar educación a los menores migrantes comenzó desde el año pasado. Andrea Rincón acudía a este albergue a bordo de un camión escuela y trabajaba de manera presencial en este y otros albergues de migrantes, pero la pandemia de coronavirus lo restringió todo y Andrea pensó en la educación a distancia.
“Tratamos de que sea lo más dinámico posible y obviamente acercado a un plan de estudios, que el maestro pueda interactuar con el alumnado y que el alumnado pueda interactuar con el maestro”, apuntó Andrea Rincón de la Organización Juventud Activista Internacional de Tijuana.
Los alumnos reciben de profesores voluntarios clases de matemáticas, español, inglés, arte y derechos humanos.
“No sabemos si ellos se van a quedar aquí en la ciudad, se van a regresar a su país de origen o van a obtener su asilo en Estados Unidos. Ellos van a tener que adaptarse a volver a esa realidad”, dijo Andrea Rincón de la Organización Juventud Activista Internacional de Tijuana.
Con información de Raymundo Pérez Arellano y Julian López.
LLH
