Comer sano es sin duda benéfico para el organismo, pero cuando se vuelve una obsesión se corre el riesgo de caer en un trastorno de ansiedad conocido como ortorexia nerviosa.
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Héctor Pinedo, psiquiatra, comentó: “El sujeto que padece esta condición empieza a tener una predilección obsesiva llamémosle de esta forma hacia ciertos productos que el de una u otra forma bien o mal considera resulta sanos”.
El padecimiento se presenta con mayor frecuencia en personas jóvenes, principalmente adolescentes de ambos géneros que tienen ciertas características de la personalidad.
Héctor Pinedo, psiquiatra, destacó: “Rígidas sumamente escrupulosas podríamos decir que hasta cierto punto obsesivas de hecho en algún sentido esto puede estar emparentado a veces con el trastorno obsesivo-compulsivo”.
El diagnóstico puede ser difícil inicialmente ya que socialmente es bien aceptado que una persona se alimente sanamente, el problema es que la ortorexia nerviosa no necesariamente excluye solo alimentos que resultan nocivos para la salud sino puede llevar a la persona a sufrir de carencias nutricionales además de provocarle un aislamiento social. De ahí la relevancia del manejo psiquiátrico.
Héctor Pinedo, psiquiatra, señaló: “Al igual que otros trastornos de alimentación generalmente este tipo de condiciones requieren de un abordaje de multidisciplinario que muchas veces va más allá de simplemente un tratamiento psicológico, sino que con alguna frecuencia pueden requerir de manejo psiquiátrico es decir manejo psicofarmacológico”.
Además de la intervención psiquiátrica, una persona con ortorexia requiere de apoyo con profesionales de la alimentación para recibir una reeducación nutricional.
Con información de Diane Pérez
LSH
