Un día muy intenso y con información muy contradictoria sobre los hechos violentos que se registraron en Culiacán, Sinaloa, tras la captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
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A las 5 de la tarde, fuentes del Gobierno Federal confirmaron a En Punto la detención de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de el Chapo Guzmán en un operativo conjunto de la Guardia Nacional y la Secretaria de la Defensa Nacional.
(Reuters)
Se recibió una imagen, presuntamente de Ovidio Guzmán, detenido este jueves.
Es hijo de “El Chapo” Guzmán y Griselda Lopez, ahijado de Ismael “El Mayo” Zambada, el otro líder del Cártel de Sinaloa y considerado uno de los herederos operativos del cártel.
En Culiacán, grupos de civiles armados, presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa, reaccionaron violentamente a esta detención, provocando balaceras, quema de vehículos, pánico, y facilitando la fuga de 20 reos del penal de Aguaruto.
Cruenta balacera
Minutos después de las cuatro de la tarde, tiempo del centro de México, usuarios de redes sociales comenzaron a reportar balaceras y presencia de hombres armados en distintas zonas de la capital sinaloense.
Se vieron en la avenida Álvaro Obregón, la calle más céntrica e importante de Culiacán, donde se encuentran la catedral y el hospital general.
De manera casi simultánea, se reportaron enfrentamientos en la zona de la Fiscalía General del estado, en el sector conocido como Tres Ríos.
Minutos antes, a cuatro cuadras de ahí, en el cruce de las calles Alejandro Avilés y boulevard Manuel Romero, elementos del Ejército y la Guardia Nacional ingresaron a un domicilio donde se encontraba Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La zona se ubica muy cerca de Fórum Tres Ríos, considerada una zona comercial y residencial de alto poder adquisitivo.
(Reuters)
La reacción de sicarios del Cártel de Sinaloa fue inmediata.
Así como el pánico de los habitantes, que, donde estuvieran, buscaban ponerse a salvo.
A familias enteras, la violencia los sorprendió en las calles de una ciudad paralizada.
Había calles cerradas, bloqueadas con vehículos de la delincuencia. Autos incendiados.
Hombres organizándose con la intención de sembrar el caos.
La violencia llegó hasta zonas más alejadas del centro como el jardín botánico o la zona de la salida a Mazatlán.
La alerta se extendió, incluso, al cuartel militar de Culiacán.
En el colmo del caos se reportó la fuga de al menos 20 internos del penal de Aguaruto.
Fue hasta las 6 de la tarde con 57 minutos, tiempo del centro, que el gobierno de Sinaloa hizo un llamado público a la calma. Pidió a la población “no salir a las calles y estar pendiente de avisos oficiales”.
Al mismo tiempo, instituciones educativas y deportivas anunciaron suspensión de actividades para este viernes.
Con información de En Punto.
LLH
