Buena parte de las personas que viajaban en los vagones accidentados de la Línea 12 del Metro lograron salvar la vida gracias a la oportuna intervención de pasajeros, vecinos y mototaxistas que no dudaron en arriesgarse ante la magnitud del accidente.
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El encuentro entre Perla Bedolla y su hijo Alejandro, que viajaba el lunes pasado en el Metro y estuvo desaparecido durante varios minutos, fue posible gracias a que César Cortés, mototaxista que trabaja cerca de la estación Olivos, lo rescató instantes después del desplome.
“Esa estructura estaba completamente en V y el chavo caminó aturdido, ahí lo alcancé a agarrar al muchacho y me lo traje caminando poco a poco, de hecho la vi en las noticias y está bien el muchacho, me siento satisfecho de eso, poder ayudar a mi semejante”, César Cortés. Mototaxista.
Él, junto con Israel y otros choferes de mototaxi, se sumaron a los rescates a pesar del riesgo que, dicen, percibieron de una posible descarga eléctrica.
“Siempre estoy volteando para ver si llega la luz del metro que es cuando ya viene el vagón, volteé y le digo ya viene porque ya se ve la luz, les digo viene mal wey, por qué viene mal, porque viene sacando chispas y fue en eso que me dijeron mis compañeros, se cayó el metro, no cómo crees, sí, corrimos todos, pero ellos en la moto se dieron vuelta y ayudaron”, Elizabeth García. Encargada base mototaxis.
“Llegamos allá y había mucho polvo, incluso las luces estaban apagadas… Se veían por las ventanas como le hacían así (ayuda) con la mano, pero lo único que les podíamos decir era que se calmaran”, Israel Tolentino. Mototaxista.
“Los cables de alta tensión del metro estaban tronando, de hecho tratamos de subirnos pero como había una fuga de agua, entonces no pudimos subirnos por la electricidad y el agua”, César Cortés. Mototaxista.
Israel y César, en total, dicen, rescataron a cuatro personas.
“La segunda persona me fui con él pues dándole ánimos diciéndole que ya había pasado y que se calmara”, Israel Tolentino. Mototaxista.
Fernando, taxista de 24 años de edad, considera que corrió con suerte porque el derrumbe ocurrió al lado de su vehículo, aun así, fue de las primeras personas en acercarse a ayudar.
“Tuvimos que romper el vidrio de una compuerta para así sacar a las personas que podían salir”, Fernando Díaz. Taxista.
Lo mismo hicieron Jazmín, encargada de una base de taxis, y Humberto, un vecino que fungió como ayudante espontáneo de los equipos de emergencia.
“Me puse a ayudar a jalar unos trabes de fierro y las bardas que estaban arriba para poder limpiar ese pedazo para que bajaran a las personas y tratar de tranquilizar a la persona que estaba en el carro”, Jazmín Espinosa. Encargada base taxis.
“Traje alcohol, estuve aquí con ellos, lo que me pedía el primer paramédico, oye ocupo esto, órale cartón, a buscar cartón”, Humberto Antúnez. Habitante de Tláhuac, CDMX.
Con información de Víctor Valles-Mata y Adrián Tinoco
DMGS
