FAMILIA

Migrantes en Piedras Negras llenan albergues en espera de asilo

Desde hace más de 35 días cuando salió de República del Congo, en África, Patricia ha recorrido una decena de países en su intento de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo político.

Tiene 28 años, un embarazo de siete meses y viaja junto con un grupo de ocho adultos y cinco niños que huyeron de su país por la guerra que prevalece desde hace más de 20 años, y que ha dejado miles de muertos y desplazados.

Después de una travesía en avión, autobús y tren, logró llegar a Piedras Negras, Coahuila, a donde en las últimas semanas han llegado decenas de migrantes de distintas nacionalidades que escapan de la violencia y la represión política en sus países.

Tienen la esperanza de obtener una cita con autoridades migratorias de Estados Unidos para pedir refugio y empezar una nueva vida.

Migrantes en Piedras Negras llenan albergues en espera de asilo (Getty Images, archivo)

Patricia, migrante de República del Congo, comentó que en África es muy difícil vivir por la guerra, no hay para comer, no tienen dinero, trabajan para ganar muy poco, por eso huyen.

Martha y su esposo son de Nicaragua, ambos participaron en las protestas contra el régimen del presidente Daniel Ortega, que comenzaron en abril; huyeron cuando fueron amenazados y perseguidos.

Sin equipaje y con apenas unas monedas en la bolsa abandonaron su casa el 27 de junio. Dejaron a sus hijos al cuidado de otros familiares.

Caminaron varios días bajo los rayos del Sol, cuidando de pasar desapercibidos para la policía y la delincuencia.

Cada sacrificio tiene su recompensa y la verdad como le digo y con el temor que viene uno llorando porque es duro, es duro dejar a tus hijos, yo tengo a mis hijos allá, me duele que los dejé allá, nunca me había separado de ellos”, dijo Martha, migrante de Nicaragua.

Las autoridades estadounidenses los reciben, sin embargo el número de migrantes que llegan a Piedras Negras, por primera vez crece sin control. Se ha creado una colonia de ciudadanos del mundo que duerme en las calles aledañas a los albergues que no se dan abasto. Los indocumentados comen en el parque, descansan a la sombra del árbol que esté libre.

Autoridades municipales de Piedras Negras sostienen que el arribo de migrantes en esta condición es un fenómeno que nunca habían experimentado y representa un problema pues la ciudad no tiene la infraestructura para recibir a tantas personas.

Sonia Villareal, alcaldesa de Piedras Negras, comentó que “la única frontera segura en México es Piedras Negras, por eso el interés de esta gente de venirse para acá. Solamente que en Piedras Negras ni en Eagle Pass se tiene la capacidad como para recibir a tantas personas que busca un asilo político.

El municipio habilitó dos refugios que ya operan al doble de su capacidad. Además, entraron en contacto con las autoridades de la ciudad vecina, Eagle Pass, Texas, para tramitar las citas de solicitud de asilo político.

“Para nosotros aumentó en un 100 por ciento nosotros nunca habíamos tenido a tantas personas en esta situación”, agregó Sonia Villareal, alcaldesa de Piedras Negras.

La “Casa del Migrante” auspiciada por la iglesia católica está al tope. Afuera varios migrantes, en su mayoría centroamericanos, que no buscan asilo sino cruzar por el río Bravo se protegen de las altas temperaturas que por estos días alcanzan hasta los 45 grados.

Migrantes en Piedras Negras llenan albergues en espera de asilo (Getty Images, archivo)

La mayoría de los migrantes que están en los albergues ya fueron anotados en una lista para obtener una cita con las autoridades estadounidenses.

Un grupo de 10 personas lo logró: Autoridades de Piedras Negras los entregaron a agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

Esperanzados en que obtendrán el ansiado refugio, caminaron por el puente fronterizo número dos de esta ciudad. Pero otros como Moisés, su esposa y su bebé de siete meses de edad están a la espera de obtener un lugar en esa lista.

Son hondureños y salieron de San Pedro Sula, luego de que fueron atacados a balazos por una pandilla.

Moisés, migrante hondureño, no quiere que su esposa y su hijo corran riesgos, por eso decidió migrar de su país.

Algo similar vive Giovanni, quien viaja acompañado de sus dos hijos menores de edad y está amenazado de muerte por integrantes de la pandilla “Mara 18”.

Giovanni, migrante hondureño, señaló que desde hace cuatro meses está con sus hijos.

Pero las posibilidades de cruzar por Piedras Negras se reducen. Las autoridades migratorias en Eagle Pass, Texas, informaron que no recibirán a más personas de las que ya están en el listado que les entregaron las autoridades mexicanas y piden que las peticiones de asilo se hagan por las otras fronteras que tienen la capacidad para recibir a más migrantes por día.

Con información de Despierta
BLR