Una nueva caravana de centroamericanos comenzó su travesía por México hacía Estados Unidos.
Son unos mil 200 migrantes indocumentados provenientes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
El 30% son menores de edad que viajan con sus padres o familiares.
Todos ellos permanecieron poco más de dos meses en la ciudad de Tapachula, Chiapas, en espera de una visa migratoria que les permitiera su paso libre por el país; pero tras el cierre temporal de las oficinas del Instituto Nacional de Migración, decidieron abandonar la ciudad y avanzar aún sin los permisos migratorios.
Tenemos la meta llegar hasta la frontera porque venimos huyendo de nuestros países, Honduras, El Salvador, Guatemala porque la delincuencia está demasiado muy grande”, explicó
Bayron Humberto Herrera Juárez, migrante de Guatemala.
“Yo quiero llegar a Estados Unidos es mi meta, vamos indocumentados porque estuvimos hace, nos tuvieron dos meses en Tapachula, estuvimos haciendo trámite en COMAR y no nos ayudaron y decidimos salir así”, relató Jennifer Paola Aguirre Rodas, de Honduras.
La madrugada de este sábado los migrantes levantaron su campamento en el parque central de Tapachula y a las 4 de la mañana comenzaron su marcha.
Durante 12 horas caminaron 23 kilómetros bajo una temperatura de 38 grados a la sombra hasta Huehuetán.
El recorrido fue difícil y agotador, algunos pidieron monedas para comprar algo de comida.
¿Está difícil el calor?, Sí, está difícil yo nunca había caminado hasta ahora, pero por necesidad uno se arriesga a todo”, precisó Martha Julia Rosales, migrante de Honduras.
Durante el trayecto la caravana fue vigilada por la Policía Federal y una ambulancia de Protección Civil.
A diferencia de las otras caravanas, este grupo de centroamericanos no ha tenido el apoyo solidario de los pueblos de Chiapas, lo que dificulta aún más su recorrido.
Con información de Juan Álvarez Moreno
HVI
