ESTADOS UNIDOS

Migrantes viven hacinados en Matamoros mientras esperan cita en Brownsville, Texas

Ante las condiciones precarias en que viven los migrantes y el hacinamiento, la desesperanza crece ante la larga espera

En la frontera norte, un día después de que migrantes centroamericanos cerraran el Puente Nuevo Internacional Matamoros-Browsnville, En Punto visitó el lugar donde mil 200 migrantes están viviendo en condiciones muy precarias, en espera de la cita que les den las autoridades estadounidenses para tramitar un muy improbable asilo.

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“No aguantamos de dormir en el piso. Tengo dos meses de estar aquí. Yo no quiero estar bajo una carpa toda la vida”, indicó un migrante.

Luego de bloquear 15 horas el cruce internacional hacia Brownsville, los migrantes regresaron a su campamento en la plaza del puente nuevo, donde duermen en casas de campaña o en el suelo esperando sus citas migratorias.

El Ayuntamiento de Matamoros anunció que el 28 de octubre trasladará a los mil 200 migrantes que hay en este campamento al centro de convenciones “Mundo Nuevo” a ocho kilómetros de donde actualmente se encuentran.

(Reuters)

Esta semana les instalaron dos casetas de servicio, donde pueden bañarse y lavar su ropa.

“Estoy muy, muy agradecida por la instalación de los baños que tienen ahí porque para mí era un sacrificio enorme ir a lavar y bañarnos ahí al río”, indicó Ana, migrante hondureña.

Muchos llevan meses esperando la cita en Brownsville.

Como Ana, su esposo e hija, migrantes hondureños que llegaron a Matamoros hace dos semanas y tienen cita hasta el 6 de enero.

“Tenemos la esperanza que nos resuelvan algo, aunque la cita está bastante prolongada pues es bastante tiempo con incertidumbre”, expuso Ana, migrante hondureña.

Otros tuvieron más suerte y ya cruzaron a sus citas con el Servicio de Inmigración y Aduanas Estadounidense.

Pero a muchos les están programando una segunda cita, lo que implica permanecer más tiempo en este campamento.

“Tuve mi cita el 26 de septiembre; me la rechazaron porque mi hija traía, yo creo que ni tres liendres. Me dieron una nueva cita de un mes más como si haya sido una enfermedad grave. No me molesté porque uno está impuesto a lo que ellos dicen”, apuntó Edwin, migrante hondureño.

Las condiciones precarias en que viven y el hacinamiento, la desesperanza crece ante la larga espera. Pero hay quienes lograron conseguir un empleo.

¿Cuánto tiempo tiene que llegó aquí?

“Aproximadamente un mes”, respondió Rosa.

-¿Y ya consiguió empleo?

“Sí. Se vende almuerzo, desayuno, por la noche carne asada, pollo”, expuso Rosa.

-¿Para cuándo tiene su cita?

“Para el 13 de diciembre. Así como están las cosas ahorita es mentira, no nos van a dejar entrar. Nos van a dejar solo que aprueben otro tipo de ley”, señaló Rosa.

Con información de En Punto.

LLH