400 migrantes centroamericanos permanecen en un albergue instalado en el deportivo Faro de Tláhuac al oriente de la Ciudad de México. Llegaron de la Casa del Peregrino San Lorenzo.
Éste es el último grupo de migrantes que llegó la ciudad y aseguran que se quedarán aquí a vivir y están tratando de ordenar papeles en migración.
“Ya me toca ir a firmar a migración para regularizarme ya con los papeles y andar tranquilo sin que la migra me vaya a deportar […] ya teniendo los papeles, ya a buscar trabajo […] en lo que sea, con tal de tener trabajo para tener mi alimento”, dijo un migrante.
En una sola carpa duermen mujeres, niños y hombres. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública vigilan el campamento.
Para los accesos deben mostrar una pulsera que se les dio para reconocerlos.
Aún no saben cuánto tiempo permanecerán aquí, pero tienen ya horarios para mantener la seguridad y el orden.
“Hay horarios para salir a comprar, de 10 a 11, de 3 a 4 y de 5 a 6 […] por la seguridad de ellos […] las alcaldías están viniendo a darles de comer […] y los voluntarios que vienen de otras iglesias en la noche les traen té o tortas, o lo que sea”, apuntó Adán Jácome, voluntario de apoyo a migrantes.
Hoy llegaron 5 guatemaltecos que viajan por su cuenta, les dieron albergue en este mismo lugar.
Salieron hace 10 días, entraron por Tabasco, se movieron hacia Veracruz, luego Puebla y llegaron a la ciudad. Ahora, dicen sienten temor por lo ocurrido en la frontera con Estados Unidos.
Aseguran que están más tranquilos de tomar otra decisión, como quedarse en la Ciudad de México o buscar trabajo en Monterrey.
El grupo religioso que los apoya ha logrado contactarlos con empresas que les han ofrecido empleo, en seguridad privada y en una fábrica de dulces.
(Con información de Susana López)
tfo
