Los migrantes que ingresaron al país de manera legal, en su mayoría salvadoreños integrantes de la tercera caravana, permanecen en Tapachula, Chiapas. Ellos ya tienen un registro migratorio, pero no pueden salir del estado durante los 45 días que dura el trámite de refugio, aunque con eso no resolvieron sus problemas.
José pasó cuatro días en el albergue de la Feria Mesoamericana de Tapachula y después de que recibió su folio de trámite en Migración, lo sacaron. Ahora no tiene dónde dormir, ni qué comer y nadie le quiere dar empleo.
A todos nos desalojaron, no se sabe el motivo, sólo que a todo mundo echaron afuera y cabal, nos dijeron que saliéramos a buscar trabajo”, aseguró José Portillo, migrante originario de El Salvador.
En contraste, Rubia Esperanza, de 44 años de edad y originaria de El Salvador, ya encontró un empleo.
Yo me siento bien, agradecida con la policía de Migración que nos ha ayudado también, nos ha dado todo el apoyo necesario, medicina, comida, me van a trabajo de limpieza o de mesera”, dijo Rubia.
En las calles de Tapachula no solo hay salvadoreños, también otros centroamericanos que ingresaron a México mucho antes que las caravanas y también enfrentan el mismo problema.
No hallamos donde alquilar, no hallamos trabajo, solo hay trabajo para 18 a 25 años, yo tengo 39, no me dan ya, nos gustaría que migración nos diera un permiso de 20 días para salir más adelante donde podemos hallar aunque sea trabajo”, comentó Iris Yamileth Portillo, migrante hondureña.
Las instalaciones de la Feria Mesoamericana, que funcionaba como un albergue del Instituto Nacional de Migración (INM), están cerradas desde el lunes.
Con información de Juan Álvarez
LHE
