La Casa de las Águilas, el Centro Ceremonial del Templo Mayor, ya tiene una nueva cubierta, fue el 29 de abril del 2021 cuando una granizada atípica, en la Ciudad de México, ocasionó que la cubierta colapsara de golpe.
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Al acumularse una gran cantidad de hielo, la estructura no resistió y cayó, afortunadamente, sin dañar los vestigios arqueológicos.
A más de un año, la nueva cubierta ya está instalada.
“Ya está la cubierta que se conforma de una estructura metálica de tridilosa y en la parte de arriba tiene un multi panel, un material de protección y actualmente estamos, todavía colocando detalles, como la colocación de lonas perimetrales de protección, se están todavía haciendo trabajos en los barandales y andadores y nos quedan cosas pendientes de instalaciones eléctricas y de seguridad”, explicó Mariana Diaz de León, jefa del Departamento de Restauración del Museo del Templo Mayor.
La nueva cubierta tiene mejores materiales que la que colapsó, instalada hace 40 años.
“En cuanto al peso, ésta es más ligera, se tuvo que incrementar la pendiente para cumplir con los reglamentos actuales de construcción y seguridad, se incrementó un poco sus dimensiones, se hicieron modificaciones en cuanto a bajadas de agua, el peso en sí de la estructura también bajó, porque tiene un elemento menos que la que teníamos anteriormente”, indicó Mariana Diaz de León, jefa del Departamento de Restauración del Museo del Templo Mayor.
La cubierta que se cayó tenía menos apoyos, sobre todo en el lado norte, ahora se colocaron los apoyos en forma de V, de manera que la carga sea más equilibrada.
Otra ventaja que tiene la tridilosa es que está conformada por módulos que tienen cierta flexibilidad, que pueden recibir los movimientos generados por los hundimientos diferenciales que hay en la zona.
“Si está diseñada para aguantar cargas de granizo como la que tuvimos y un poco más, además de que la pendiente ayuda a evitar la acumulación en la parte superior”, detalló Mariana Diaz de León, jefa del Departamento de Restauración del Museo del Templo Mayor.
Se puso un sistema de desagüe mucho más robusto que el que tenía, de tal manera que el desalojo del agua será más rápido.
Los vestigios arqueológicos han permanecido más de un año resguardados en paneles de madera.
“Uno de nuestros principales objetivos era que en todo momento el vestigio arqueológico estuviera resguardado durante los trabajos de remoción y sustitución de la cubierta colapsada, se tenía que tener considerado la protección de vestigios”, dijo Michel de Anda, arquitecta conservadora en Templo Mayor.
Debajo hay muros de tierra, banquetas con policromados y pisos de estuco.
“Se generaron también ventanas en los muros, en el piso de las mismas tarimas para estar controlando constantemente si había alguna afectación, aquí se están librando y protegiendo las banquetas y los pisos, son piedras muy porosas, es una arquitectura hecha de piedra muy porosa, basalto, pero también tiene argamasa de tierra, es muy dinámica la respiración que tiene, toda la humedad”, dijo Michel de Anda, arquitecta conservadora en Templo Mayor.
Todos los vestigios arqueológicos, dicen los especialistas, están en perfectas condiciones.
Una vez que se termine la instalación eléctrica, iniciará el proceso de retiro de las tarimas de madera.
Se espera que antes de que termine el año, la zona será reabierta al público.
Luego seguirá el proceso de sustitución de las otras tres cubiertas que restan en el Templo Mayor, que también se cambiarán como parte de la modernización de la zona.
Con información de Guadalupe Madrigal
JLR
