El martes se registró el enfrentamiento más grave de los últimos cuatro años en el conflicto palestino-israelí.
El Ejército israelí informó que al menos 70 proyectiles fueron lanzados contra su territorio, la mayoría fueron detenidos por el sistema de defensa, uno cayó cerca de una guardería a la que todavía no llegaban los niños y al menos cinco israelíes resultaron heridos.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel responderán con gran fuerza a estos ataques. Israel cobrará un alto precio a cualquiera que intente atacarlo, y vemos a Hamas como responsable de prevenir tales ataques contra nosotros ”
Un ave vuela sobre alambre de púas, en el lado israelí de la frontera entre Israel y Gaza (Reuters)
En respuesta el ejército de Israel atacó unas 30 posiciones de Hamas y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza y destruyó un túnel de abastecimiento en la frontera con Egipto. Estos enfrentamientos que son los más intensos desde 2014 continuaron durante la madrugada el miércoles.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, expresó su preocupación por los ataques y responsabilizó a las facciones palestinas.
“Israel ve con suma gravedad los ataques en su contra y a sus comunidades por parte de Hamas y la Jihad Islámica de la Franja de Gaza”, dijo Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
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En un comunicado conjunto, las brigadas al-Qassam, que son el brazo armado del grupo Hamas y las milicias al-Quds que son el ala radical de la Yihad Islámica, asumieron la responsabilidad de los bombardeos.
Este aumento en la tensión coincide con la salida de un pequeño barco de Gaza que intentó romper el bloqueo naval impuesto por Israel desde hace 11 años.
Los organizadores informaron que cuatro barcos de la fuerza naval israelí interceptaron la flotilla que transportaba a 20 palestinos que resultaron heridos por disparos en las protestas de la Gran Marcha del Retorno.
Varios palestinos abrazan a sus familiares antes de zarpar a bordo de barcos de pesca para protestar contra Israel, en aguas al oeste de la ciudad de Gaza (EFE)
“Traté de cruzar la frontera, pero me rechazaron, no pude viajar y cuando estaba viendo la televisión escuché que se iba a romper el asedio contra la Franja de Gaza a través del mar, por eso vine, es una cuestión de vida o muerte, tengo que viajar para recibir tratamiento o morir en el mar.”
Desde el 30 de marzo cuando comenzaron las protestas al menos 121 palestinos han muerto y más de 10 mil han resultado heridos por la represión israelí.
La policía fronteriza israelí corre durante un ataque al campo de refugiados de al-Amari, en Ramalah, en Cisjordania (Reuters)
Ante este panorama Estados Unidos, principal aliado de Israel solicitó para este miércoles una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar el lanzamiento de misiles desde Gaza.
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Con información de Emmanuel Rosales
HVI
