Odiado y amado por los peruanos, el expresidente Alberto Fujimori recobró la libertad tras permanecer 12 años en prisión, la mitad de la condena que le impuso la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Perú.
Fujimori debía permanecer en prisión hasta el 10 de febrero de 2032, cuando se cumpliera su condena de 25 años por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado, pero este 24 de diciembre, víspera de Navidad, fue indultado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
La resolución del indulto es publicada este domingo por el Diario Oficial ‘El Peruano’ y encuentra a Fujimori internado en una clínica local donde fue transferido tras un nuevo colapso de su salud por problemas de taquicardia y presión baja.
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El mal estado de salud de Fujimori, que tiene 79 años, prevaleció para que el presidente Kuczynski terminara concediéndole el indulto. El propio expresidente había solicitado esa gracia el pasado 15 de septiembre.
El anuncio del indulto corrió como reguero de pólvora en Perú y causó gran revuelo. Sus simpatizantes festejaron ruidosamente, pero sus detractores condenaron su liberación.
A inicios de año, el presidente Kuczynski había deslizado ya la posibilidad de indultar a Fujimori antes de Navidad, pero luego que hace apenas 48 horas, el presidente Kuczynski se librara de la destitución, apoyado sorprendentemente por 10 congresistas del fujimorismo, en la opinión pública peruana creció la percepción que el gobierno y ese sector rebelde del fujimorismo, liderado por Kenji Fujimori, hijo menor del exmandatario, negociaron el indulto.
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Pero más allá del cabildeo y cálculos políticos, el expresidente Fujimori es a partir de hoy un ciudadano libre. Resta ver, ahora, cómo reaccionará el Perú.
Con información de Ricardo Burgos
JLR
