En Perú, tras librarse de ser destituido por el Congreso, el presidente Pedro Pablo Kuczynski anunció un nuevo gobierno de reconciliación y reconstrucción.
Por lo pronto, la pesadilla de la vacancia quedó de lado. La madrugada de este viernes, el mandatario peruano lucía feliz y hasta bailó. La mayoría de la población se mostró satisfecha.
Los peruanos respiraron aliviados. De haber sido destituido, la crisis política se hubiera convertido en una amenaza para el desarrollo y crecimiento del país.
Al inicio de la jornada, los mercados reaccionaron tímidamente. La Bolsa de Valores de Lima tuvo una caída ligera, mientras el dólar que tuvo alta volatilidad cerró a la baja.
En el plano político, el gobierno aceptando la sugerencia de sus propios dirigentes inició la recomposición de su gabinete. Por lo pronto, el ministro del Interior no seguirá en su cargo, pero el mayor remezón se sintió en la oposición, especialmente en el fujimorismo.
Acá nosotros somos tajantes, los 10 tienen que irse, por qué. Porque lamentablemente no comulgan los principios de nosotros en luchar contra la corrupción”, señaló Héctor Becerril, congresista fujimorista.
Los analistas vaticinan ya la fractura del fujimorismo.
Estamos hablando de que habrá un nuevo grupo parlamentario en el Congreso con Kenji Fujimori a la cabeza, lo que hace prever que el próximo proceso electoral presidencial habrá dos Fujimoris en contienda electoral”, detalló Julio César Castiglioni, analista político
Para un sector de la opinión pública esta posibilidad podría representar el fin del fujimorismo, pero la pregunta que se hacen todos es en qué medida una eventual liberación del expresidente Alberto Fujimori podría influir en la recomposición de esta fuerza política.
Con información de Ricardo Burgos
MAP
