Los paramédicos, David Vallín Figueroa y Eduardo Rodríguez de la Cruz, salieron de Nochistlán, Zacatecas, el jueves 5 de julio para trasladar a un menor, de 14 años de edad, con hepatitis, a la capital del estado.
El menor estaba acompañado de su madre.
Desde ese día, se ignora su paradero; la ambulancia apareció calcinada en los límites con Encarnación de Díaz, en el estado de Jalisco.
Según las investigaciones, un grupo de hombres los obligó a orillarse y a abordar otro vehículo.
Jorge, amigo de David y Eduardo, dijo que “no son hombres de mal… Esperamos que estén bien y que pronto regresen”.
Hace siete años que David se incorporó como voluntario al cuerpo de Protección Civil de Nochistlán; su compañero Eduardo, tiene 18 años de edad, es soltero y es el mayor de tres hijos.
Fátima Rodríguez de la Cruz, hermana de Eduardo, mencionó que su hermano “duró tres años ahí de voluntario, hasta que logró conseguir su trabajo”.
Los padres de Eduardo aseguraron que pese a la violencia que se vive en Nochistlán, nunca percibieron condiciones de riesgo.
Autoridades de Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes buscan alguna pista para dar con los cuatro tripulantes de la ambulancia, pero hasta ahora no hay avances en la investigación.
Raúl Sánchez Jiménez, fiscal general de Jalisco, indicó que no ha recibido información sobre las personas que iban en la ambulancia, “qué personas eran, de dónde eran, a qué se dedicaba el que iba enfermo”.
“Pedimos el regreso de nuestros hijos, porque son buenos muchachos, no se dedican a nada obscuro”, afirmó Héctor Vallín, padre de David y director del Cuerpo de Rescate de Nochistlán.
Las investigaciones continúan.
Con información de Sara de Santiago.
RMT
