A las 10:30 horas del pasado 27 de junio, el joven Zeferino Domínguez Villanueva llegó en su automóvil al estacionamiento del centro comercial La Cúspide, en Lomas Verdes, Naulcalpan, Estado de México.
El joven llegó a ese lugar “con un gancho que le pusieron para invitarlo, con anterioridad, a un evento de autos donde querían que participara con su coche”, comentó Zeferino Domínguez Estrada, padre del joven secuestrado.
La cita en La Cúspide se trató de un engaño. Ese día, el joven de 19 años de edad, estudiante de arquitectura y jugador de futbol americano, fue secuestrado en ese estacionamiento y asesinado horas después.
La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) abrió una investigación. Dos días más tarde, las autoridades federales obtuvieron un video de las cámaras de seguridad de la plaza comercial donde se ve registra el secuestro de Zeferino; las imágenes fueron mostradas al padre de la víctima.
En el video “se ve claramente el auto de mi hijo, seguido por una camioneta… Se vuelan la pluma y la camioneta se va detrás de ellos”, relató el padre de la víctima.
Veintitrés días después de los hechos, el 20 de julio, un grupo de Facebook llamado “Fuentes de Satélite” publicó la detención que hizo la Policía Estatal de una banda dedicada al robo de autopartes, en la zona de Naucalpan.
En la publicación aparecen las fotografías de la camioneta y de cuatro personas, que estaban detenidas”, detalló el señor Zeferino.
Don Zeferino reconoció en esas fotos la camioneta que escoltaba a su hijo y a los sujetos que había visto en el video del estacionamiento del centro comercial.
En el grupo de Facebook también aparece “otra fotografía que tomaron, al interior del departamento, con algunos objetos. Y entonces veo que están los rines con las llantas del coche de mi hijo”, detalló.
Zeferino notificó a la SEIDO la información, “entonces ellos se abocan a ir a ver a estas personas que estaban detenidas… Hacen una entrevista grabada y una de esas personas da positivo, que es la misma persona que me estuvo haciendo las llamadas para pedir el rescate”.
A pesar de las evidencias, días después, los detenidos quedaron libres bajo fianza, ya que el encubrimiento por robo, delito del que se les acusó, no es considerado grave y, además, la SEIDO no pudo acreditar en ese momento su vínculo al secuestro del joven.
El padre del joven secuestrado dijo que “el Ministerio Público de SEIDO pues tiene que integrar eso como prueba. Primero tenía que pasar por un peritaje que diera positivo, o sea, de las voces que ya teníamos registradas, hacer la comparativa y que un perito confirmara”.
Cuatro meses después, la SEIDO logró reaprehender a uno de los sujetos presuntamente involucrado en el secuestro y homicidio del joven.
Las investigaciones continúan y el padre del joven reclama la detención de todos los involucrados.
Las autoridades deberían de revisar y sensibilizarse… hacer fluir esa información, estar más coordinados… revisar ese mecanismo que estén utilizando… porque por lo menos en este caso algo pasó que no funciono, que nos causó cuatro meses de incertidumbre”.
Con información Cecilia Reynoso.
RMT
