EDUCACIóN

Escuela cambia vida de niños pepenadores; aspiran a futuro mejor

Gracias a una asociación civil los hijos de recolectores de basura de Chimalhuacán pueden tomar clases

Mientras algunas personas dudan de enviar a su hijos a clases presenciales pues buscan protegerlos, para otras es algo necesario, como los recolectores de basura del vertedero “Escalerillas” en Chimalhuacán, Estado de México, ven en la escuela la única oportunidad de que sus hijos no se dediquen a los mismo que ellos.

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“Abogado, para si meten a un familiar mío, o a un familiar de otra persona que lo saque de la cárcel”, dijo Ethan Abdiel Muñoz Miranda, niño habitante de Escalerillas.

A sus diez años de edad, Ethan pasa su vida entre el vertedero de basura de Chimalhuacán, Estado de México y esta pequeña escuela a la que acuden los hijos de los pepenadores desde 2017, apoyados por una asociación civil, cuenta que antes de eso no sabía leer ni multiplicar; ahora le gusta la lectura, porque ve en los libros animales, máquinas y peces, un panorama distinto al que pasa cuatro días a la semana, cuando ayuda a su familia a recolectar basura para subsistir.

“Mi hermana y yo escogíamos, lata y a mi hermana le tocaba PET, los días que vengo a estudiar no, pero los días que no vengo a estudiar si les voy a ayudar”, narró Ethan Abdiel Muñoz Miranda, niño habitante de Escalerillas.

Para Yanet Muñoz, las clases gratuitas que toman sus hijos en este plantel ubicado en colonia Tlatel-Xochitenco, han cambiado la vida de la familia entera.

“Mi hijo, luego mucho me dice yo voy a terminar de estudiar mamá, porque no quiero vivir en un lugar así o trabajar así”, contó Yaneth Muñoz pepenadora en vertedero de Chimalhuacán.

Diariamente, a las siete de la mañana, los padres de familia esperan un transporte que lleva a sus hijos al plantel para sesiones presenciales de seis horas y aunque están conscientes de que es una ayuda menos para ellos en la pepena, sostienen que sus hijos no van a encontrar un futuro diferente encajando sus manos entre montones de basura.

“Si está enfocado en que tiene que estudiar porque sino el día de mañana va a estar igual que yo”, añadió Yaneth Muñoz pepenadora en vertedero de Chimalhuacán.

María de la Luz, de 14 años de edad, toma clases desde hace seis meses, dice que se animó a estudiar después de que, en los primeros meses de la pandemia, las clases se impartieron a un lado del basurero y el personal de la fundación FAE la exhortó a no renunciar.

“En el tiradero todo el día escogiendo o cargar para irlo a vender, y aquí en cambio en vez de hacer esas cosas vengo aquí a aprender, aquí como que me inspiro más para salir adelante, porque mis hermanas me dicen, no seas igual que nosotros. Yo sueño con ser médico forense. ‘Tú sí puedes luz échale ganas, puedes lograr lo que te propongas y es lo que me dice la maestra’”, finalizó María de la Luz Norberto, adolescente habitante de Escalerillas.

Con información de Dafne Mora y Julián López

DMGS