CRIMEN Y SEGURIDAD

Escándalo de corrupción de jueces en Perú, un dolor de cabeza para autoridades

En Perú, el poder judicial, sumido en el más grave escándalo de su historia, se declaró en emergencia por un periodo mínimo de tres meses mientras la onda expansiva de la crisis se extendió ya a los otros poderes del Estado.

“Ojalá que en adelante a tiempo podamos detectar estas situaciones a fin de que no se vuelvan a repetir porque la verdad es bastante triste para el poder judicial que cada cierto tiempo seamos azotados por escándalos de esta dimensión”, dijo Duberli Rodríguez, presidente del Poder Judicial.

El escándalo de los audios ha sacudido a jueces, políticos y empresarios. Hasta el momento, las grabaciones difundidas, aproximadamente 30 de un total de 150 han puesto al descubierto supuestos delitos de corrupción y tráfico de influencias, situación que ha alarmado a la población.

“Se están negociando sentencias. Lo primero que se debe hacer esa destituir a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, a todos, a todos”, mencionó Johnny Lescano, congresista.

Uno de los jueces implicados, Walter Ríos, quien se desempeñaba como presidente de la Corte Superior del Callao ya fue detenido. Antes que la Policía allanara su domicilio declaró a los periodistas.

“Yo me someto a las autoridades como un ciudadano común y corriente”, precisó Walter Ríos. magistrado detenido.

En las últimas horas, otro de los magistrados involucrados, el juez supremo César Hinostroza Pariachi ha sido suspendido de sus funciones por el propio poder judicial. El ministro de justicia Salvador Heresi debió renunciar también a su cargo y dos congresistas, Mauricio Mulder y Héctor Becerril se deben alejar de sus comisiones investigadoras por sus vínculos y relaciones con los acusados.

“Yo no tengo nada que temer, como repito yo soy responsable de hechos que yo pueda decir o hacer, yo no puedo ser responsables de hechos de terceras personas”, declaró Héctor Becerril, congresista del fujimorismo.

La filtración de los audios a la prensa se ha convertido también en un dolor de cabeza para las autoridades. Algunos están más preocupados en investigar cómo llegaron las grabaciones a la prensa antes que buscar a más responsables del escándalo.

“Todos los que estamos viniendo citados hablamos del poder judicial, ministerio público, ministerio del interior y evidentemente las personas que han otorgado los audios están siendo citadas aquí para que todos puedan esclarecer el hecho”, aseguró Mauro Medina, ministro del Interior.

Ha sido tal el impacto social de los audios que hoy ningún ministro, autoridad o personaje notable responde llamadas telefónicas. Las interceptaciones telefónicas, como ha ocurrido en otras oportunidades, están mostrando a los peruanos que la guerra contra la corrupción está aún lejos de ser ganada.

Con información de Ricardo Burgos

HVI