Ante la situación que enfrenta México tras los sismos de septiembre, el escritor e historiador Enrique Krauze propone que un comité ciudadano supervise la reconstrucción, que los empresarios apadrinen un pueblo y que los partidos renuncien a costosas campañas para el 2018 y en su lugar organicen más debates.
Cuestionado en Despierta con Loret sobre el saldo después del terremoto del 19 de septiembre, Krauze dijo que para México “es un momento de duelo, de profundo pesar, así estamos todos, es natural y es necesario porque hay que pasar el duelo”.
Dijo que en México hemos tenido la fortuna de no esperar a que transcurra el duelo “para que el alma y la energía, y la fuerza del mexicano aflore, en particular del mexicano joven”. Afirmó que ha sido esperanzador ver a los jóvenes brindar apoyo disciplinado y solidario.
Sobre la actuación de los ciudadanos y el Estado después del terremoto, el historiador señaló que la ciudadanía respondió “igual o incluso mejor que en el 85, porque yo viví el 85 y puedo decir que esta ciudadanía, sin distinción de clases, ha sido tan o más soldaría que la del 85”.
Narró que vio a personas de todos los niveles sociales abrazarse y sacar gente de los escombros. “Eso es extraordinario, no podemos dejar que eso se atenúe y hay que tomar esa energía social para construir algo mejor”.
Rescatistas operan en una zona de derrumbe tras sismo en la CDMX (EFE)
En cuanto al Estado, dijo, que comparado con el 85 “la reacción ha sido más presta”.
Afirmó que le gustan varios aspectos del programa de reconstrucción, como las tarjetas que permitirán a los damnificados disponer de dinero en efectivo. “Yo creo profundamente en la familia mexicana, en particular las madres mexicanas, sabrán administrar ese dinero”.
“De modo que creo que en el 2017 el saldo de solidaridad es, si cabe, mejor que el saldo de 1985”, opinó.
Resistencia de voluntarios y brigadistas mexicanos se fortalece tras el sismo. (EFE)
Sobre la organización de los jóvenes ante la emergencia y la posibilidad de que se cree un movimiento político, expresó que el sismo del 85 hizo surgir lo que hoy llamamos sociedad civil y determinó que el régimen de partido único en México se fuera derrumbando y se transformara en el régimen de varios partidos que tenemos ahora y un clima de libertades que no teníamos en el 85.
Declaró que la sociedad civil jugo un papel muy importante en el 86, cuando hubo protestas contra el fraude en la elección de Chihuahua. En el 87 surgió el movimiento universitario orientado a la democracia, hubo protestas por las acusaciones de fraude en el 88, surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994 y en el 97 se realizaron las elecciones que llevaron a la transición del 2000. “Con todo su enorme dolor, el 85 llevó a la sociedad civil a un cambio positivo”.
Por eso, agregó, es imprescindible el debate en los medios de comunicación. Pidió cero spots, diez debates. “La sociedad mexicana no va a tolerar bardas cuarteadas con propaganda de partidos”.
El historiador expuso que los partidos de México, sin excepción, son indignos frente a la solidaridad que la sociedad mexicana ha mostrado y tienen que estar a la altura, no con gastos de campaña gigantescos, ni promesas, sino con debates.
Retomó la respuesta al terremoto y expuso que los empresarios pueden adoptar un pueblo para supervisar la reconstrucción, respetando las costumbres, las prioridades y las ideas de esos pueblos. “No se trata de meter cajones”.
Además, advirtió que hay que tener cuidado con las constructoras que quieran tomar ventaja de la situación.
Sugirió que la reconstrucción sea supervisada por un comité ciudadano para que los fondos fluyan con transparencia, con la presencia de la sociedad y de los empresarios.
MLV
