En la caravana migrante hay cientos de historia y una de ellas es la de una familia originaria de Honduras, cuyos 19 integrantes se han acompañado y cuidado desde que salieron de su país el pasado 12 de octubre. Se trata de una de las familias más numerosas entre las caravanas de migrantes que cruzan nuestro país.
Venimos bastantes, entre familia nos cuidamos unos a los otros, en la noche al dormir, nos turnamos”, dijo Jazmín Herrera, migrante hondureña.
Los Enamorado, los Herrera y los Duarte son una familia de 19 integrantes: siete hombres, cuatro mujeres y ocho niños.
Traigo a mis cuatro hijos, mi esposo, vienen seis hermanos más, venimos seis hermanos en total, vienen cuñadas, vienen amigos”, agregó Jazmín.
Venían cuatro más, pero dos se regresaron y dos fueron retenidos por las autoridades migratorias de Guatemala.
Pocas veces está reunida toda la familia.
Cuando nos toca pedir ‘ride’, no podemos irnos todos, se viene una parte y así a veces nos separamos, unos andan en una parte y nosotros en otra parte, entonces nos llamamos”, comentó Wendy Duarte.
Los hombres llegan más tarde y organizan la comida; los niños son la prioridad.
Nosotros hacemos la coperacha, todos cooperamos con un poquito y compramos tortillas, queso y mantequilla para comer”, comentó Erick Reyes, migrante hondureño.
Jair de 12 años de edad, miembro de la familia, cuenta que la violencia y las pandillas lo obligaron a dejar su país.
En primaria algunos me obligaban a vender drogas, tenía que hacerlo porque si no iban y decían que iban a matar a toda mi familia, ni siquiera podía salir a comprar algo a la esquina porque incluso hasta niños de diez años ya empezaban a asaltar”, afirmó.
Él, sus hermanos y sus papás pedirán asilo en Estados Unidos, pero en caso de no lograrlo, buscarán quedarse en la Ciudad de México.
Con información de Sarahí Méndez
LHE
